Otras miradas

Nota para el 2022: la misma normalidad de siempre, no

Gloria Santiago

Vicepresidenta del Parlament de Baleares y diputada de Unidas Podemos

Nota para el 2022: la misma normalidad de siempre, no
El diputado vasco del PSOE, Odón Elorza, se abraza con la diputada de Unidas Podemos, Meri Pita, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 24 de noviembre de 2021, en Madrid, (España).- Eduardo Parra / Europa Press

Termina un año doblemente difícil porque el agotamiento y la fatiga ensombrece el presente y el futuro. Pero haciendo balance de lo bueno y malo -como cantaba Mecano-, parece que estamos saliendo del momento de absoluta oscuridad con una pequeña antorcha. Y no es precisamente la derecha quien la sostiene.

Ahora que la recuperación económica es ya una realidad, lo que no se puede permitir es que eso de volver a la normalidad se refiera a la misma normalidad de siempre. Aquí es cuando las principales amenazas del planeta tienen su oportunidad para coronarse y destruirlo todo o para perder la partida frente a la humanidad. Los desafíos son importantes: por un lado, el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad; por otro, el modelo socioeconómico que condena a la pobreza a cada vez más personas y, sin embargo, concentra cada vez más riqueza en muy pocas manos.

El destino de este país y del planeta, para bien o para peor, se juega según qué rumbo se tome y quién haga frente a los desafíos. En este sentido, mientras que las políticas progresistas se dejan el alma en abatir las desigualdades y proteger los recursos naturales; la derecha anda pisando lo conseguido y se pliega en una posición inmovilista donde su principal baza es decretar el "cañas para todos y sanidad para quien se la pueda pagar" de Ayuso. El momento histórico exige pensar en las mayorías sociales, pero la derecha sigue debiendo intereses a las minorías poderosas.

Ocurre, por ejemplo, en la lucha contra el cambio climático que desde el gobierno central y también desde las autonomías con gobiernos de progreso, se navega a contracorriente para aminorar sus consecuencias. Por este lado es clara la apuesta por cambiar el modelo energético y desplegar la economía a través de las energías renovables y la investigación como estamos haciendo en Baleares. Esto se complica cuando hay que bregar con la derecha, que lanza proclamas que cuestionan a la ciencia y la eficacia de las vacunas.

Unos desafíos tan complejos requieren respuestas poliédricas que garanticen desde todos los ámbitos el bienestar familiar. Por eso Yolanda Díaz, un año después de prometer que se mejorarían las condiciones del trabajo, lo cumple. Con esta reforma como punto de partida, la clase obrera empieza a recuperar el poder que el bipartidismo le quitó hace tiempo.

Es evidente que aún queda vocación de servicio político para mejorar las condiciones materiales de la gente de este país. Pero es que, además, los ERTES, el Escudo Social, el blindaje sin precedentes de los servicios públicos y la legislación feminista han demostrado que, tal y como prometimos desde Unidas Podemos, se puede gestionar una crisis sin recortar derechos.

Termina el 2021 y ya no somos los mismos de antes de la pandemia, nuestras necesidades ya son otras y nuestras prioridades han cambiado. El 2022 será la antesala del año electoral, en el que la gente tendrá que elegir entre volver a la misma normalidad de siempre o que lo normal sea tener un país sin desigualdades y una legislación que proteja a su gente y a los recursos naturales. También habrá que abordar si la monarquía sigue teniendo sentido, si la religión ha de permanecer en la Constitución o si ésta ha de seguir manteniendo al rey fuera de la justicia.

Veremos si por normalidad se entiende que la política proteja a las mayorías sociales o a los pocos privilegiados de siempre. Veremos si lo normal es seguir con un sistema que nos roba el tiempo y nos convierte en meros consumidores o preferimos situar el bienestar y el de nuestra gente como apuesta insoslayable.

Hace dos años ya que el pesimismo está lastrando nuestra salud mental. Una época triste y turbulenta que como todo, llegará a su fin. El 2021 ha sido un año durísimo y lo que nos viene es pura incertidumbre; pero todo podría salir bien si hay políticas que cumplan con devolver a España los derechos que su gente merece. El futuro se presenta brillante y alcanzarlo requiere ir todos juntos.

Adiós 2021 tanta paz lleves como descanso dejas. Y como cantaba Mecano en su canción Un año más: "A los que ya no están echaremos de menos y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos".

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