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Canción triste de Justin Fashanu, el primer futbolista en salir del armario

Ramon Usall

Historiador, escritor y profesor. Autor del libro 'Futbolítica'

Canción triste de Justin Fashanu, el primer futbolista en salir del armario
Justin Fashanu con la camiseta del Brighton & Hove Albion y es obra de Evening Argus.- WEB DEL CLUB BRIGHTON AND HOVE ALBION

La celebración del Día del Orgullo LGTBIQ+, la fecha en la que se conmemora la revuelta contra la redada policía en el Stonwell Inn, un bar de Nueva York de ambiente gay, que tuvo lugar el 28 de junio de 1969, es una buena ocasión para hacer memoria y recordar la triste historia de Justin Fashanu, el primer futbolista profesional que, hace poco más de tres décadas, se atrevió a hacer pública su homosexualidad.

Ciertamente, la vida de Fashanu es una canción triste marcada por su condición de huérfano, por su origen humilde, por su piel negra y, finalmente, por su orientación sexual. Unas características que lo convirtieron en la víctima propicia del racismo y de la homofobia que dominaban el fútbol inglés durante la década de los 80, la misma en la que Fashanu desarrolló la mayoría de su carrera.

Hijo de un abogado nigeriano y de una enfermera de la Guayana británica, Justin Fashanu vivió los primeros años de su vida en las calles de Hackney, uno de los distritos más humildes del norte de Londres, hasta que sus padres se separaron y él y su hermano John, también futuro futbolista, terminaron en un orfanato.

A su condición de negro pobre, Fashanu añadió la de niño huérfano hasta que, tanto él como su hermano, fueron adoptados por los Jackson, una familia de clase media originaria del condado de Norfolk. Esta circunstancia provocó un giro en la hasta entonces trágica historia de los hermanos Fashanu y propició que pudieran desarrollar sus notables habilidades deportivas.

Después de unos prometedores inicios en el mudo del boxeo, Justin Fashanu se incorporó, a los 14 años, a los equipos inferiores del Norwich City, el principal equipo del condado de Norfolk, donde una progresión meteórica lo llevó, a finales de diciembre de 1978, cuando tan solo tenía 17 años, a convertirse en jugador profesional y a debutar en la liga inglesa.

La vida de Justin Fashanu parecía haberse vuelto de color de rosa cuando, después de sus brillantes prestaciones con la camiseta del Norwich, con la que marcó ni más ni menos que 35 dianas, entre las que cabe destacar la que le permitió ganar, en 1980, el trofeo al mejor gol de la temporada, se convirtió en el primer jugador británico negro por el que se pagaba un traspaso que llegaba al millón de libras.

Durante el verano de 1981, Fashanu fichó por el mítico Nottingham Forest entrenado por Brian Clough, un club que había ganado recientemente su primera y única liga inglesa (1978) y que había conseguido el magnífico hito de proclamarse, en dos ocasiones consecutivas, campeón de Europa de clubes (1979 y 1980).

Pero el que debía de haber sido un paso adelante en su carrera profesional se convirtió en una auténtica pesadilla, en buena parte porqué Clough descubrió su condición de homosexual y lo apartó de los entrenamientos colectivos del equipo tras los crecientes rumores sobre sus reiteradas salidas nocturnas a pubs y discotecas de ambiente gay.

El mismo Clough recogió en su autobiografía la conversación que mantuvo con Fashanu cuando fue conocedor de estos rumores y tuvo intención de censurar su actitud: "¿Dónde vas si quieres comprar una rebanada de pan? A la panadería, supongo, respondió Fashanu. ¿Y dónde vas si quieres un muslo de cordero? A la carnicería. Entonces, ¿por qué coño sigues yendo a esos malditos clubes de maricones? ".

El distanciamiento entre Clough y Fashanu provocó que el paso del delantero por el Forest se alargara únicamente durante una temporada. A su marcha, la antigua promesa del Norwich inició una trayectoria de trotamundos por el fútbol inglés que lo llevó a defender las camisetas del Southampton, del Notts County, del Brighton & Hove Albion y, después de una breve estancia en América donde se recuperó de una lesión en la rodilla que amenazaba su carrera, del Manchester City, del West Ham y del Leyton Orient.

Fue precisamente mientras vestía los colores de este último club del este de Londres, que por aquél entonces competía en la tercera división inglesa, cuando Fashanu concedió una entrevista al periódico sensacionalista The Sun, que abrió su edición del 22 de octubre de 1990 anunciando su condición de homosexual.

El futbolista acordó la entrevista a cambió de una generosa cantidad de libras aunque posteriormente confesó que su motivación principal no había sido económica, ya que, según él mismo apuntó, tenía ofertas más elevadas para seguir guardando silencio. Entre los que le ofrecieron dinero a cambio de no revelar su orientación sexual estaba su propio hermano John, que por entonces jugaba en el Wimbledon londinense, que quería comprar su silencio por cien mil libras con el objetivo de evitar que la etiqueta de futbolista gay de su hermano pudiera afectar a su imagen de macho vigoroso y fuerte que encajaba a la perfección con la que, en aquellos años, proyectaba un equipo duro y rudo como el Wimbledon.

En la entrevista, más allá de su condición de gay, Fashanu reconocía un encuentro sexual con un diputado conservador casado, una historia que The Sun completó con supuestas relaciones con otros políticos, futbolistas y estrellas musicales que el mismo Fashanu afirmó a posteriori que habían sido una burda invención del periódico.

Aquél reconocimiento público de su homosexualidad, que convirtió a Fashanu en el primer futbolista profesional en salir del armario, conllevó un prejuicio evidente para el jugador. Aunque ya no se encontraba en el momento más álgido de su carrera, los insultos racistas y homófobos contra su persona se convirtieron en recurrentes y, a partir de ese momento, ningún club se atrevió a ofrecerle un contrato largo. De hecho, entre finales de 1990 y 1997, cuando colgó definitivamente las botas, Fashanu pasó ni más ni menos que por once equipos diferentes, tanto en el Reino Unido como en América del Norte, siempre bajo el estigma de su condición de futbolista abiertamente gay.

El epílogo trágico a una vida que ya había estado marcada por el drama llegó en 1998 cuando Justin Fashanu, establecido en Estados Unidos donde se estaba reinventando como entrenador, fue acusado de abuso sexual por un joven de 17 años. A pesar de que él argumentaba que la relación había sido consentida y con un mayor de 16 años, la edad mínima para mantener relaciones sexuales de mutuo acuerdo, el hecho que la homosexualidad fuera todavía ilegal en el estado de Maryland desencadenó la investigación del caso.

La situación provocó que Fashanu huyera de los Estados Unidos para refugiarse en Londres donde, el 2 de mayo de 1998, con 37 años de edad, se suicidó colgándose en un garaje. Aunque posteriormente se descubrió que no existía ninguna orden de detención contra su persona y que la policía norteamericana había archivado el caso por falta de pruebas, Fashanu se despidió con una nota donde afirmaba que "ya había sido declarado culpable".

Su trágica muerte era el dramático final de la canción triste que había definido la existencia de un hombre pobre, negro, huérfano y homosexual. Una combinación que lo convirtió en la víctima propicia de un mundo del fútbol marcado por el racismo y la homofobia.

 

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