El repartidor de periódicos

Momias parlantes

Momias parlantes
Portada de 'Abc'.

Ambiente de funeral esta madrugada en las redacciones de nuestros diarios nacional-católicos. Casi necrófilo, diría. Fue abrir El MundoABC con el primer canto del gallo y en las páginas editoriales me encuentro sendos epitafios a dos de las momias más ruidosas que deambulan por nuestro cementerio político: Felipe González y Ciudadanos.

Es enternecedor el cariño por FG que ha ido alimentando, de unos años a esta parte, nuestra derecha mediática. Han tardado, pero al final lo han reconocido como el que siempre fue: uno de los suyos. Si los periódicos tuviéramos banda sonora, a cada alusión a González nos sonarían las hermosas canciones de la vomitiva Pretty Woman, parábola moderna de la Magdalena que se cristianiza al olor del poder y el dinero. Julia Roberts se redimió de puta casándose con un millonario; FG lo hizo sentándose en el consejo de administración de Gas Natural, socialismo en estado gaseoso.

Sale a lo grande en nuestros periódicos la sarta de descalificaciones a Pedro Sánchez que soltó su remoto antecesor en el programa Espejo Público, lo de Susanna Griso, en Antena3. Allí se descocó rugiendo contra la eliminación del delito de sedición, la ley del sí es sí, y el ministerio de sexadores de ángeles en general. Si cerrabas los ojos, escuchabas a José María Aznar enfadándose contra todo, pero con gracejo andaluz. No extraña que a los editorialistas de ABC se les cayera la baba sobre el teclado.

"Hubo un tiempo en que el predicamento de González dentro del socialismo era tal que podía realizar unas declaraciones críticas desde Santiago de Chile, donde decía sentirse «engañado» por el secretario general del partido, y, automáticamente en Madrid, éste se tambaleaba en su puesto y terminaba presentando su dimisión", se pone nostálgico el torcuatiano diario. Anhela ABC un caudillaje gerontocrático, casi deífico, que pueda destruir con un rayo al líder socialista elegido por las bases. Es lo que sucede cuando estudias más el Viejo Testamento que El Capital.

Leyendo estas loas y ditirambos, un millenial pensará que ABC fue un baluarte informativo de los gobiernos ochenteros de González, su periódico de cabecera, su carta de navegación mediática. A mí me parece que no. Si mi hemeroteca no está equivocada, ABC era un periódico filofranquista que batallaba contra la modernización de España, vociferaba contra la Constitución, y trataba a González como un intruso prosoviético dispuesto a asesinar a nuestras madres y violar a nuestras hermanas. Dirigía entonces el periódico Luis María Anson, que ya desde época de Adolfo Suárez alentó golpes de Estado de salón para detener la democracia (aquí os lo cuento en detalle).

Ahora los franquistas de entonces se nos pintan como demócratas de rancio abolengo, y añoran cual princesita viuda de romance medieval a aquel Felipe González y aquellos avances que detestaron y combatieron: "Los votantes deberán tener en cuenta que el PSOE de Sánchez ya no es el de la Transición", se lamenta ABC. Y uno se imagina al sevillano, subido a lomos de Alfonso Guerra, cabalgando de nuevo victorioso hacia Ferraz. Antes teníamos que combatir intelectualmente a los nostálgicos del franquismo; lo que no me esperaba yo es que acabáramos teniendo que combatir a los nostálgicos del felipismo. Y, que sean exactamente los mismos, ya me parece ensañamiento.

Momias parlantes
Portada de 'El Mundo'.

Pero me estaba olvidando de Ciudadanos, como nos pasa a todo el mundo. La otra momia ilustre de nuestros periódicos de hoy. Ciudadanos, hacia un final cainita, titula El Mundo una extensa digresión editorial sobre la guerra interna del partido, que enfrentará posiblemente en primarias a Inés Arrimadas con su número dos, el zangolotino Edmundo Bal. "El anuncio por parte de Edmundo Bal de que aspirará a liderar Ciudadanos ofrece una pésima imagen que el partido no merece en su etapa final. Una formación que ha prestado servicios tan valiosos al constitucionalismo, especialmente en Cataluña, debería ser capaz de gestionar sus últimos compases con altura de miras", lloriquea el periódico de la bola.

No me extrañan los sollozos y pucheritos de El Mundo, pues Ciudadanos, en cierto modo, era su criatura. Como ahora lo es Vox. Con la diferencia de que los ultras son mucho menos aseaditos que aquellos chicos tan monos que revolucionaron el concepto de ideología chupiguay. A Ciudadanos le retiraron el favor los señores del Íbex 35, pero sus periódicos siguen tratándolos con una delicadeza exquisita, casi romántica. No es tan corto el amor ni tan largo el olvido. En su desesperación, sabiendo que Inés Arrimadas está quemada y Edmundo Bal no es fotogénico (algo esencial en Cs), desde El Mundo proponen alternativa: "El activo más destacado del partido es precisamente Begoña Villacís [vicealcaldesa con Almeida], quien no se presentará a las elecciones madrileñas por Cs si Bal toma los mandos".

Carrera de momias en Ciudadanos. Momias parlanchinas en el PSOE. Escribiendo esto, me siento más George A. Romero que Kapuściński.

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