La que ahora llaman Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que resumiremos en esta ristra de letras: MBFWM, ha comenzado hoy con ocho desfiles. La crónica se podrá leer en el diario, por lo que aquí me dejaré de rollos aburridos, trapitos de turno, tendencias e historias para no dormir. Os contaré lo que no se ve, vamos, lo que me de la gana.

En mi cuenta de Twitter (@rponcedominguez) voy retransmitiendo en directo mis impresiones de las colecciones que se van presentando. Algo así como muy serio, aunque tampoco siempre. También, cuando me entero, veo o pregunto algún detalle que aún no haya visto la luz de los focos lo cuento y empiezo el tuit así: Chivateo de backstage. En eso inspiro esta serie de posts que comienza hoy.

Muchos y muchas me odiarán por poder tropezarme por un pasillo con Jon Kortajarena y que me diga "lo siento", por ver cómo se maquilla la internacional Marina Pérez o hacerme una foto (momento fan incontrolable) con Antonio Navas tras el pasado desfile de Carlos Díez. Pero no todo son momentos fashion. Desde la primera fila hoy he podido ver cómo quedaba, literalmente espatarrada sobre la pasarela una de las modelos de Roberto Verino. Lo peor es que lo primero que me preocupó no fue la salud de la joven, podría perfectamente haberse torcido un tobillo o roto el coxis, sino en la putada que me estaba haciendo si los foteros no captaban su look -el que más me había gustado hasta el momento- y que pensaba elegir  para ilustrar mi crónica.

Imagen: Yahoo España.

Al parecer, la modelo sigue con coxis y podrá volver a liarla parda en más pasarelas del mundo. Total, así consiguen aplausos seguro. Pero no fue la única anécdota. Otra, algo más habitual, es la típica modelo que se deja los tacones a mitad del desfile. Pero a esta le doy toda la razón, porque además de incómodos eran muy muy feos.

La imagen de backstage del día es la siguiente.

Yo la titularía algo así como... Lo que tienen que hacer las mortales para retocar a las modelos. Así es la vida, unas tantos y otras tan pocos... centímetros, claro.

Antes de despedirme, que ya es tarde y las jornadas son de 10.30 a 21 horas (que no es poco), querría haceros partícipes de un proyecto que he comenzado hoy. Para cuando termine la semana publicaré un post como resultado de la encuesta ¿Qué leen los modelos?

Por ahora las respuestas están siendo, cuanto menos, curiosas. No sé si el reportaje final logrará eliminar prejuicios o incrementarlos. En cualquier caso se trata de un muestreo totalmente aleatorio y al azar. Influye mucho la simpatía del entrevistado y si la cantidad de maquillaje le permite mover los músculos faciales para responderme.