Iba a contestar los comentarios de una manera elegante. Pero como ese no es mi estilo, se lo dejo a Wyoming (todo lo que lean en cursiva es mérito de Soitu, que son los que trabajan en este país. Y a los que les cogen el teléfono, por lo visto):

La idea surgió cuando llamaron "puta" a mi compañera Beatriz Montañez. A mí me pareció fatal. Le dijeron: "¡Qué es eso de periodista! Eso será lo que le dices a tu madre cuando sales de casa, 'mamá me voy a la redacción', pero luego resulta que lo que haces tiene que ver con los oficios más viejos del mundo" [...]

Todo el rato nos critican. Siempre nos lo tomamos de cachondeo y les respondemos de cachondeo. Incluso esto también lo era.

Yo creo que esto no es un absoluto un desprestigio de la profesión, la profesión está desprestigiada desde la Teoría de la conspiración. Me gustaría saber qué piensa la Asociación de la Prensa de ella. Eso sí que es serio, no esto.

Como somos equidistantes cual circuncentro, destaquemos también unas palabras de Xavier Horcajo en las que justifica su objetividad periodística:

No llamamos al programa porque comprenderás que no tiene mucho sentido. No nos iban a decir la verdad. Es como si alguien recibe un vídeo de uno que apalea a un indigente. ¿Qué quieres? ¿Que llame al apaleador? [...]

Yo no dije que fuese una 'puta', dije que se dedicaba a uno de los oficios más antiguos del mundo. Yo lo que dije es que lo que hace ella no es propio de periodistas. Será de actrices o de otra cosas. Los periodistas que yo conozco no se meten en la boca un dedo simulando una felación. Eso es infame. 

Y de Urbaneja copipego unas palabras también:

Los periodistas tienen que medir las consecuencias de lo que hacen. Wyoming será un show-man pero la gente percibe que toda la televisión está hecha por periodistas. 

Si la gente cree que Belén Esteban es periodista, lo cierto es que tenemos un problema.
_{Y se acabó el tema Wyoming. En un rato les cuento cómo empezó el cuarto volumen de Heroes, que tengo a los pobres yankis abandonaícos.}