Trabajar cansa

¿Nos contará Wikileaks lo de Suiza?

"El secreto bancario es la piedra angular del sistema. Los acuerdos de intercambio de información no lo cuestionan, pues sólo valen en caso de delito."  -Nicolas Pictet, Vicepresidente de la Asociación Bancaria de Ginebra-
  
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Como soy muy cotilla, me encantaría saber los nombres de los 659 españoles que fueron pillados con cuentas en Suiza por un total de 6.000 millones. Pura curiosidad, ya digo, no por ningún afán justiciero. Y por si conozco a alguno, para encargarle chocolate cuando vaya a actualizar la libreta.
De los 659 ya han sido identificados 558, que recibieron notificación personal de Hacienda para avisarles de que se habían olvidado de declarar un dinerillo, aunque sólo la mitad ha contestado. Es decir, que no usan seudónimo ni siglas misteriosas, sino que tienen nombre y apellido. Y sin embargo, y pese a que han pasado por las manos de unos cuantos funcionarios, no se ha filtrado ni uno solo de esos nombres.
Ya sé, tienen derecho a preservar ese anonimato, sobre todo porque no han sido condenados, ni siquiera acusados de delito alguno, ya que todo han sido facilidades y amabilidad desde Hacienda para así recuperar algo de lo defraudado sin más complicación. Pero me llama la atención la confidencialidad blindada que consiguen los pillos fiscales, en comparación con la alegría con que la prensa de sucesos trata al resto de mortales.
Tú cometes un delito de los ‘vulgares’ y sale tu cara en todos los telediarios, acompañado de declaraciones de tus vecinos e imágenes de la puerta de tu casa y el rellano de la escalera. Da igual que seas presunto, y que luego quedes limpio, te ganas tus quince segundos de gloria en el barrio. Pero si estafas unos cuantos millones a Hacienda, misterio total, no se entera nadie. Ni tú mismo te enteras, como le pasa al centenar que sigue sin recibir la carta del fisco.

Mi última esperanza es Wikileaks. Consulto a diario su web, a ver si además de los documentos clasificados de las guerras reciben cualquier día un listado de trileros fiscales: los 659 españoles pillados en Suiza, los 200 de Liechtenstein o, ya puestos, los 79.000 titulares de cuentas ocultas en el HSBC cuyo listado tiene Francia, y entre los que estará lo mejor de cada casa, imagino. Tal vez ese día empezarían de verdad los problemas para Julian Assange.

 

 

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