La trama mediática

¿Existe la xenofilia?

Están los papeles llenos de cretinetes. El que suscribe -y verán cómo hay quién aplaude- es uno de ellos, pero no menos que 999 de cada mil juntaletras, incluyendo al director y a los editorialistas de ABC. ¿Motivo? Todos escribimos el nombre de Vic en vano, según farfullaba en el vetusto diario citado a próposito el ortógrafo Antonio Burgos: "En Vich ha saltado la liebre. Sí, Vich. La que muchos cretinetes, expresándose en castellano, escriben Vic. Con lo que en vez del nombre castellano de la patria del salchichón, escriben una marca de bolígrafo con falta de ortografía". Se ve que aspira a sillón en la Academia. Tal vez cuando quede vacante el T. Maýuscula, por supuesto.

Después de esas disquisiciones filológicas de teletienda y una teórica sobre los embutidos del banco de pruebas catalán de la futura política de inmigración, Burgos entraba en el fondo del asunto. Apuesten y ganarán: "A los simpapeles, antes que protestaran las asociaciones dedicadas al ejercicio de la xenofilia, les llamaban ilegales". Aunque no la vean, en esa frase está tres veces la letra K.

Ussía sobre el conducto reglamentario

Supongo que cree que es lo más de la incorrección política, que es lo que se lleva. Alfonso Ussía no deja de practicarla en La Razón, con su proverbial delicadeza. Aquí les traigo su penúltima mala imitación de Arévalo. La colaba de rondón en una columna donde pedía que Zapatero se deshiciese de Diego López Garrido: "Le habría hecho llegar por el conducto reglamentario –que no es el de Zerolo–, la desagradable carta de gratitud por los servicios prestados". Qué gracia.

Algo está pasando en el ultramonte liberal. Los que pastan por allá se convierten en masa -sean bienvenidos, conste- a un ecologismo casi radical. A la campaña contra la central térmica que se quiere instalar en Madrid emprendida por el enmascarado César Vidal, se ha unido su guía espiritual, Federico Jiménez Losantos. Enternecedor, lo que escribió en El Mundo, pero también muy revelador sobre los motivos que lo han vuelto verde: "En pleno distrito de Puente de Vallecas, el Faraón de Madrid se ha puesto a construir una gran central térmica, que produciría energía quemando basura del vertedero de Valdemingómez. Cinco chimeneas de más de 40 metros de diámetro presidirán, según la publicidad del ayuntamiento, los juegos infantiles". Si no fuera porque le parecen bien los almacenes de residuos nucleares en medio de un pueblo, sería hasta creíble.

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