Diario de un altermundista

Miedo a la huelga

Un análisis que no dejará de estar presente en la prensa será que la jornada de huelga general del 29-S se ha saldado con unas decenas de detenidos, alguna persona herida, disparos al aire y con algunos destrozos materiales. Hay quien dirá que fue algo testimonial y minoritario, otros dirán en cambio que ésta es una de las razones para descalificar esta huelga. Cada cual utilizará estos datos según su interés particular, tal y como pasará con los datos de seguimiento. Veremos el vaso medio lleno o medio vacío según nos convenga, como de costumbre.
La violencia de una huelga también debe analizarse con otros factores que también influyen en la misma. No quisiera justificar la violencia ya que no me parece en ningún caso justificable, ni por parte de algunos manifestantes o piquetes ni por parte de algunos miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Siempre hay otra forma de reaccionar frente a la violencia, sin necesidad de alimentarla.

No estaría de más analizar con detalle la violencia inducida por quienes hacen declaraciones desde lugares de gran impacto mediático. Porque, ¿hasta qué punto las declaraciones de políticos, patronos y periodistas desprestigiando el derecho a la huelga y a quienes la secundan, han podido influir para que se dieran reacciones violentas en momentos puntuales? El ambiente previo y durante la huelga es responsabilidad de todos, pero sobre todo de quienes tienen mayor poder de influencia. No hace falta dar nombres para saber a quién nos podemos referir. Pero por otro lado, quienes pretenden ejercer el derecho de huelga deben saber gestionar las provocaciones y no caer ante ellas, porque de forma inevitable el mensaje de la reivindicación se verá afectado o incluso olvidado si hay actos violentos que atraen la atención mediática. Sabiendo también que hay medios que es esto lo que buscan.
Para finalizar, qué decir de la violencia de tantos empresarios que han dejado sabido a sus empleados que si bien tienen derecho a hacer la huelga y que por supuesto que no se lo van a impedir (porque legalmente no pueden), tomarán buena nota de quienes el 29-S no acudieron a trabajar, por tener mayor información la siguiente vez que tengan que hacer una reducción de empleo. Mucho se ha hablado de que hay piquetes que no respetan el derecho a trabajar, y a veces con razón, pero poco se habla de estas amenazas "anónimas" que cercenan uno de los derechos básicos de la democracia.
Demasiadas violencias en un día que debería ser una celebración del Estado de derecho. No tengo la sensación de que el Gobierno vaya a cambiar sustancialmente la reforma laboral y otras medidas regresivas en los derechos de los trabajadores de los últimos tiempos. Ojalá me equivoque, pero el único vaso que va a seguir llenándose es el de los patronos, como siempre. Aún así, quizá todo lo expuesto indique de que todavía exista miedo a las huelgas, una buena razón para no dejar de hacerlas.

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