Diario de un altermundista

El Sahara, Perejil y Palestina

En relación al conflicto del Sahara Occidental, el Gobierno español mira otra vez para otro lado, la UE no hace nada, la ONU propone una reunión que probablemente no sea más que de cara a la galería, mientras que no hay nadie a quien no le escandalice los más de 10 muertos y cientos de heridos y desaparecidos resultado del ataque al campamento saharaui de El Aiun, punta del iceberg de un conflicto que no ha sido seriamente abordado en sus 35 años de historia.

Marruecos está mostrando lo que es, una democracia de mentira que antepone su ambición al respeto de los derechos humanos, que usa la violencia frente a una acción pacífica de miles de saharauis que buscan una solución al conflicto entre ambas partes, que debe ser también responsabilidad de España. Curiosamente, Marruecos ganó este territorio mediante una aparentemente acción no violenta y una política de hechos consumados, que dejó a los saharauis sin la posibilidad de elegir su futuro tal y como lo hicieron tantas otras colonias del continente africano.

Es cierto que la realpolitik pesa desgraciadamente más que lo el sentido común dicta que se debe hacer, ya que España no quiere poner en juego a Ceuta y Melilla, la gran cuota pesquera a la que tiene acceso en el país vecino, el (des)control de la llegada de pateras y la estabilidad de cientos de miles de marroquís que viven en territorio español, a quienes no creo que debamos hacer responsables de lo que hagan las autoridades de su país de origen y algunos de sus compatriotas.

Pero no es suficiente razón para que se mantenga un exagerado buenismo del Gobierno ante una ocupación muy similar a la de Palestina por parte de los israelís. Porque existe en el Sahara una política de expansión de asentamientos marroquís, porque se ha levantado un muro de separación en territorio saharaui, porque NNUU le da la razón al pueblo oprimido, pero no hace nada para que se cumplan sus resoluciones...

No vale mirar para otro lado y decir que la responsabilidad es de NNUU o de la UE o de Francia, que es a quien parecen hacer más caso  las autoridades marroquís. El Sahara no es la isla Perejíl, ni falta que hace. El saharaui es un pueblo oprimido que cambió de verdugo tras la Marcha Verde. La ex-potencia colonial española tiene la obligación de tomar cartas en el asunto y de priorizar la consecución de un acuerdo que haga justicia con los cientos de miles de saharauis que viven o bien como refugiados o bien como extranjeros en su propio país. Más aún si es la abrumadora mayoría de la sociedad española quien se lo pide.

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