Al sur a la izquierda

RB-GR=CH

Siendo RB Rubalcaba, Alfredo Pérez; siendo GR Griñán, José Antonio o más bien Pepe; y siendo CH Chacón, Carmen o más bien Carme, el desconcierto general que vive el Partido Socialista podría tener en un plazo no muy lejano un desenlace cuya expresión matemática fuera esta: RB-GR=CH. Rubalcaba menos Griñán igual a Chacón.

Este arriesgado teorema sobre el futuro del Partido Socialista ha cobrado fuerza una vez que Carme Chacón ha dado signos de que, en contra de lo que muchos creíamos y no pocos esperaban, la exministra de Defensa no estaba muerta, sino únicamente desaparecida y de que su desaparición no era definitiva, sino meramente táctica. Sus entrevistas de esta semana en el diario El Mundo y en Tele 5 habrían sido precisamente para eso, para proclamar que está viva y que su honrosa derrota en el 38 Congreso Federal del PSOE, celebrado en febrero pasado en Sevilla, fue una decepción, pero no un naufragio. Aquella derrota abrió una vía de agua en la nave comandada por Chacón, pero no la condujo al fondo de océano. Chacón navega de nuevo bajo una bandera que ella y los suyos (¿quién son los suyos?) llaman renovación y que la armada mediática que arropa a Rubalcaba y los suyos (¿quién son los suyos?) considera una bandera de conveniencia o, simplemente, pirata. Así se desprendía del poco edificante reportaje publicado en el buque insignia del rubalcabismo el domingo anterior al congreso de Sevilla bajo el título de Chacón &compañía.

GR apoyó en aquel congreso a CH, pero la suma de ambos no consiguió entonces derrotar a RB. Fue una batalla épica cuyo desenlace no supimos hasta última hora. Ya no se ven congresos como aquel. GR dejó entonces la logística en manos de su joven lugarteniente Susana Díaz, que en terminología matemática llamaremos SD y a quien conviene no perder de vista, pero las experimentadas tropas del veterano RB lograron sobreponerse al empuje de CH y los suyos y hacerse con la victoria.

Hoy CH regresa del más allá sin que RB sepa a ciencia cierta cuáles son sus planes, aunque puede imaginárselos, ni, lo más importante, quiénes son sus aliados, aunque también puede imaginárselos. GR, por su parte, dice que él no sabe nada al respecto, que CH es CH y que él es él. Pero RB no se lo cree. No se lo puede creer. Su obligación como comandante en jefe es no creérselo. RB es consciente de que sus ejércitos pasan por momentos críticos. La poderosa armada de otro tiempo navega sin rumbo claro y con las velas y aparejos de la nao capitana a pique de quedar desarbolados por la violencia de los vientos contrarios que soplan persistentemente sobre su proa.

Tal vez por eso CH ha salido de su escondite y se propone de nuevo plantar batalla. Perdió la primera, librada en las estrechas aguas del Guadalquivir, pero puede que no pierda la segunda, que se libraría en mar abierto bajo la denominación bélica de Batalla de las Primarias. En esta confrontación que se avecina, si GR, cuyas tropas son hoy mucho más compactas y están mucho mejor entrenadas que nueve meses atrás cuando combatieron en Sevilla, vuelve a alinearse bajo la bandera que los enemigos de CH llaman pirata, las posibilidades de RB de salir vivo no serán muchas. No serán muchas, pero serán. Es un jefe respetado, tiene experiencia, buen pico, muchos seguidores y amigos poderosos, mientras que CH es una incógnita, tiene acento catalán y enemigos poderosos. RB-GR=CH. Será una hermosa batalla, si es que finalmente tiene lugar. Será un feroz teorema, si es que finamente alguien lo demuestra.

Más Noticias