Asuntos & cuestiones

Doblemente víctimas, del terror y del despecho

La memoria es frágil. Es un instrumento de la inteligencia que borra unos archivos para incorporar otros. Sin embargo, en determinados procesos patológicos se padecen lagunas que incapacitan al individuo. Hay personas que no recuerdan su nombre, ni reconocen a sus hijos.

Éste es el caso de la Comunidad de Madrid con las víctimas del terrorismo. Sólo así puede entenderse el olvido selectivo de los que no les son afines ideológicamente, que no se someten a sus campañas de propaganda política y pierden la condición de víctimas a pesar de haber sido salvajemente asesinadas.

Otra vez, la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, presidida por Pilar Manjón, ha quedado fuera en el reparto de ayudas siendo la que cuenta con mayor número de miembros. Las otras asociaciones han recibido un total de medio millón de euros, incluida la recién creada Defensa de la Nación Española, cuyo presidente, Amando de Miguel, el día de la presentación en la sede de la presidencia regional, y en presencia de las autoridades, afirmó: "Cada unidad de España puede separarse sólo con la decisión de todos los españoles y con una gran mayoría. Si no se cumple, vamos a tener una guerra civil".

Todo se debe a un deterioro orgánico colectivo y generalizado, difícil de creer, pero no cabe otra posibilidad, porque no puede haber nadie tan miserable a la hora de contemplar las ayudas, como para clasificar los muertos en buenos y malos, los rentables electoralmente y los que no lo son. No, eso no puede ser.

Enhorabuena a los premiados. Esto es un azar. Cualquier otra posibilidad nos situaría ante una desvergüenza inadmisible. Esperanza Aguirre no puede ser tan cruel, tan despiadada, tan insensible al dolor de los que han perdido a los seres más queridos, es católica.

Más Noticias