El primer paso para la reconciliación entre Hamás y Fatah se dio la pasada primavera, pero cuatro meses después nadie sabe si la reconciliación pasará de un plano teórico a otro práctico.

Las dos partes andan estos días preparando una nueva ronda de negociaciones, que podría ser la última, pero las posiciones están tan alejadas como siempre, de manera que parece muy difícil que se obtengan resultados.

Fatah acusa a Hamás de buscar dos cosas: la apertura de los pasos entre la Franja de Gaza e Israel y el pago de los salarios de los funcionarios palestinos que en su momento fueron contratados por Hamás en Gaza.

Fatah dice que estas medidas solamente pueden aplicarse en un marco más amplio en el que se discutan y acuerden otras cuestiones.

Por ejemplo, Fatah insiste en la desmilitarización de las milicias y en que la declaración de guerra debe depender exclusivamente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y no de Hamás, así como en el control completo de la seguridad de Gaza.

Por su puesto, los islamistas no aceptan estas demandas e insisten en que las milicias deben estar preparadas en todo momento para luchar contra la ocupación.

Además, Fatah acusa a Hamás de mantener un gobierno en la sombra en Gaza, algo que los islamistas niegan. Fatah dice que ese gobierno en la sombra debe desaparecer inmediatamente mientras que Hamás insiste en negar su misma existencia.

En este contexto parece muy difícil que la reconciliación se consolide a corto o medio plazo.

Una cosa que debe tenerse en cuenta es que algunas encuestas recientes que se han confeccionado en Cisjordania y en la Franja de Gaza otorgan a Hamás una clara ventaja en la intención de voto, tanto en unas elecciones presidenciales como en unas elecciones legislativas.

De hecho, uno de esos sondeos indica que un posible candidato a la presidencia de Hamás, Ismail Hanníya, ganaría al actual presidente, Mahmud Abás, con el doble de los votos.

A la vista de todo lo anterior, y si no hay un cambio radical en el futuro inmediato, es muy posible que la situación en la Franja de Gaza continúe como hasta ahora, tal vez con algunos pequeños cambios cosméticos, pero nada más.