Punto de Fisión

Mariano físicamente, diplomáticamente

Es una lástima que Chiquito de la Calzada lleve años retirado porque últimamente podrían haberle dado el puesto de portavoz del PP. El pasado domingo, 28 de mayo, cumplió 85 años y hasta la Guardia Civil le felicitó por twitter recordándole que era el único que había logrado darles otro nombre, mucho mejor que el original: la Meretérita. A Chiquito le gastaron hace muchos años una broma genial en Inocente, inocente, cuando Juan Imedio le hizo creer que habían fundado un movimiento político basado en sus neologismos y querían proponerlo como presidente del gobierno. Le enseñaron carteles electorales con su rostro y lemas basados en sus piruetas verbales. Era el momento de máxima popularidad de Chiquito, decían, y tenían muchas oportunidades de arrasar en las urnas. Programa político de momento no había, pero ya manejaban la idea de cambiar la denominación de ministros por la de fistros: el Fistro de Interior, el Fistro de Defensa, el Fistro de Cultura, etc. Chiquito se asustó y preguntó si no podrían proponerle como presidente de Málaga en lugar de presidente del gobierno.

Con el tiempo la realidad se ha ocupado de ir rebasando a la ficción decreto tras decreto, los fistros campan a sus anchas por todas las carteras y al final el bromazo nos lo han gastado a nosotros. Dos veces. El actual presidente, un chiste de Chiquito con barba y gafas, gasta un léxico personal, no entiende su propia letra y resulta un ejemplo perfecto de lo peligroso que era aquel eslogan de Mayo del 68, "la imaginación al poder". Desde ponerle un impuesto al sol a colocar a un vendedor de armamento al frente del Ministerio de Defensa, el gobierno mariano no ha parado de hacerle la competencia al genio malagueño y únicamente les falta trasladar la capital de Madrid a Barbate. La verdad es que Chiquito anda muy bajo de moral desde el fallecimiento de su mujer, Pepita, pero quizá ni en sus días de gloria podía haber igualado las chorradas de algunos de los portavoces oficiales, Pablo Casado y Rafael Hernando.

Con todo se echa de menos a Chiquito en una rueda de prensa anunciando que Mariano va a tener que declarar en el juicio de la trama Gürtel "físicamente, diplomáticamente". La Audiencia Nacional ha desmontado una por una las razones que esgrimía el presidente para no acudir en persona al tribunal, comenzando por el gran despliegue de recursos públicos que se requeriría, cuando la sede en San Fernando de Henares está a 18 kilómetros de La Moncloa. Podría ir en tren, en autobús y hasta le daría tiempo a llegar en chándal, caminando deprisa. Otro de los motivos alegados era la seguridad: muchos magistrados se han mostrado atónitos al comprobar que unos juzgados se consideran zona peligrosa para la gente del PP y han dicho que no se preocupen, que para evitar hurtos van a encadenar los bolígrafos a la mesa. También se queja Mariano de la fecha elegida para la comparecencia y ahí tiene toda la razón, como que la eligió él mismo en función de su agenda, y el tiempo de la comparecencia va a ser igual en persona que por videoconferencia. Lo citan, además, como ciudadano español en calidad de testigo no como presidente en diferido. Sería épico que el juez le preguntara dónde estaba cuándo Correa, Bárcenas y toda la banda estaban asaltando Génova: "¿Pero qué estaba haciendo usted con el cuerpo humano?"

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