el pingue

Bocuse d'Or. "Gastro Brico Manía"

¿Cómo puede ser que un concurso de cocina, que pretende premiar a un país, ponga como regla cocinar con productos que patrocinan un evento? ¿Se imaginan que en unos Juegos Olímpicos se dijera que sólo se pueden utilizar un tipo de zapatillas, de camisetas, de pértigas, de gafas, ...? ¿Se imaginan que en este concurso se dijera "señores y señoras, si les viene grande la ropa usen cinta americana para entallarla y en los zapatos metan algodones en la punta o rajen el talón"?
Más aún. ¿Se imaginan que este concurso lo patrocinara un cadena de hamburguesas y obligara que todos los concursantes usaran la misma carne, el mismo ketchup, las mismas patatas y el mismo jarabe de cola para ofrecer un menú al jurado? Es exactamente igual.

Visto desde la distancia y sin ningún criterio por mi parte (ya me conocen), me parece un concurso digno de Brico Manía, eso sí, comos si fuera una serie de situación, con risas y aplausos enlatados.

¿Y dicen que este concurso da fama y renombre? Ajá. Efectivamente. Yo les vi a Adrià y al Juli, hace años, domesticando un cangrejo real. Recuerdo que Adrià golpeaba la coraza de las patas y el Juli le pedía que tuviera más puntería, que tenía ya las manos destrozadas. Ahora bien, aquello le supuso ser considerado un número uno del mundo mundial. ¿Y qué me dicen de Martín Berasategui? Yo le vi agarrando un pollo y poníéndole el pico en una línea blanca para..... ¿Que no fueron? ¡Anda, pues lo habré soñado...! Entonces, ¿qué les ha hecho tener tan merecida consideración? ¿Y cuánto dicen que se ha gastado cada participante y delegación en este concurso?

Este concurso es un concurso "falso", no evalúa la cocina "continental", no premia al mejor cocinero europeo, no promociona la cocina del país, no hace más que dar publicidad a sus patrocinadores. ¿Que no? Ajá. Por un céntimo de euro, nombres de ganadores de este galardón y de sus restaurantes, un dos tres responda otra vez.

Una lástima que aún se asista, una pena que se siga intentando colar que este concurso es fundamental en nuestras vidas y en la de los jóvenes que participan, un despropósito que se piense que la cocina de un país o la que factura un cocinero va desligada del entorno, de la tradición y de la posible vanguardia o genialidad que atesora cada país, cada individuo.

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