Luna Miguel

El ‘primer bocado’ de Aminatou

El ‘primer bocado’ de Aminatou

¿A qué sabe el primer bocado tras quince días en ayunas? ¿Cuánto duele el primer trago? ¿Será capaz el estómago de realizar sus funciones después de ese paréntesis político? Si Aminatou Haidar volviera a comer sería por la sola razón de que ya está en su tierra. Si cualquier alimento rozara su lengua y entrara en su organismo sería sólo porque esos señores que tienen poder en nuestro país habrían actuado frente a esos otros poderosos del gobierno marroquí, dejando regresar a la activista saharaui junto a los suyos. "Mi palabra es mi tierra", escribe el poeta Neorrabioso. La palabra de Aminatou es su propio cuerpo débil, representación humana de quieres pertenecen a un pedazo de mapa sin nombre.Pero Aminatou no está sola, ni el pueblo saharaui. Ayer, en el concierto solidario del Auditorio Pilar Bardem, de Rivas Vaciamadrid, una treintena de artistas se reunieron en muestra de apoyo. Algunos cantaron, otros leyeron cartas o recitaron poemas, y entre todos prepararon un delicioso plato de emociones, ritmos y fuerza, listo para alimentar a Aminatou Haidar en el momento en que sea libre. Su primer bocado será el primero de todos. Su saliva será la saliva de todos. Su dentadura brillará como lo hace el sol en el desierto del Sahara.El corazón del público es un beat-box que se acelera cada vez que alguien lee algunos de los textos dirigidas a la saharaui. "Aminatou es el punto de inflexión que necesitaba el pueblo saharaui", dice Miguel Ríos, "no sal muro de la vergüenza" canta Macaco..., porque "te amamos muchos y yo soy uno de ellos" concluye en su carta Eduardo Galeano. Las banderas de color verde, rojo y blanco ondean en el auditorio. Se oye un fuera Moratinos. Se grita también la palabra vergüenza, mentira, asco. Se tararea y se baila con el estómago lleno de rabia: porque Aminatou Haidar pasa hambre y mientras nosotros tratamos de digerir tanta mierda.

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