Fuego amigo

Dos ideas fijas, mejor que una

El patriota insufrible continúa haciendo patria allá por donde va. Como sabéis, es profesor emérito, o algo así, de la universidad católica de Georgetown, por lo que está acostumbrado a audiencias dudosamente exigentes como los turistas que pasaban por allí y los bedeles de la institución, material humano con el que hubo que rellenar sus clases alguna vez para que el aforo no quedara medio vacío. Ese nivel de exigencia de su audiencia cautiva le lleva a plantear ideas sencillas, al estilo de Barrio Sésamo, como "el problema de España con Al-Qaeda empieza en el siglo VIII". ¿Os acordáis?
Desde su idilio con George W. Bush, el problema de la humanidad para el profesor insufrible no es la pobreza, la mala distribución de los recursos, la falta de libertades, los regímenes teocráticos, el despilfarro energético, el desprecio de los derechos humanos... el problema del mundo es el terrorismo. Hay que simplificar, se dice a sí mismo, porque de lo contrario los turistas y los bedeles se pierden en el pensamiento abstracto.
Salvador de Madariaga decía de muchas personas que son gente de una sola idea, y que para meterles una nueva, debes sacarles antes la que tienen para que les quepa. También decía Jacinto Benavente que "una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo el cerebro". Pues bien, no es el caso del hombrecillo insufrible. Acabamos de descubrir que ya tiene dos. A él ahora le llenan el cerebro dos ideas, dos, y a nosotros, dispuestos a llenar, nos llena también de satisfacción, porque ya con dos ideas se puede afrontar perfectamente un futuro brillante de docente universitario.

Y he aquí las dos grandes ideas: el terrorismo es igual de perverso que el "populismo revolucionario", como el que se ha instalado en Latinoamérica. Ahí queda eso. Y lo dijo (aquí viene lo mejor) en la reunión que comenzaron ayer los líderes de la Internacional Demócrata de Centro (IDC) en Manila. Os preguntaréis qué hace la extrema derecha insufrible en una reunión de demócratas de centro. La respuesta es que sus colegas, allá en las Filipinas, a miles de kilómetros de aquí, todavía no saben que en nuestro país a gente como el golpista Tejero ya se le considera un hombre de centro moderado.
Reconozcamos que es mucho más fácil explicar la complejidad político-social del planeta con la técnica de Barrio Sésamo/Georgetown que adentrarse en cavilaciones complejas. Para el pensador insufrible, el populismo revolucionario no nace como revulsivo a la corrupción de los regímenes mafiosos que se suceden a sí mismos, a la perpetuación de las desigualdades hirientes como ocurre en Bolivia, a la miseria en que viven los ciudadanos de tantos países iberoamericanos, a la represión y aniquilación de las minorías étnicas. Todo eso es muy complicado de contar a una audiencia de turistas y bedeles.
Todo su pensamiento simplista esta vez estaba enfocado, lo habéis adivinado, a continuar haciendo patria por el mundo, porque según él ese populismo revolucionario ha contaminado al mismísimo Rodríguez Zapatero... que es a donde queríamos llegar. Atención a esta perla: "Este fenómeno perverso también lo hemos observado en mi propio país. Es uno con el que ciertos aprendices de brujo se sienten irresponsablemente como en casa".
A vosotros os parecerá que se trata de una necedad insufrible más, pero a mí lo que más miedo me ha dado es eso de que España es "su propio país". ¿Lo habrá dicho en sentido literal y vendrá desde Manila dispuesto a quedarse con él?

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