Modos y Modas

El corazón

EL DECANO// JUAN LUIS CANO

Parece mentira que tantas horas de programación de las parrillas de las televisiones las ocupen los mal llamados programas del corazón. La telebasura, como se ha venido a llamar también. Pero no es extraño. Muchos piensan que es una moda que pasará, como pasó la de los concursos. Me temo que en este caso el asunto es diferente. Es España, al menos, que hemos sido un país de cotillas toda la vida, porque vivíamos mucho en la calle, con las puertas abiertas, que nos relacionábamos, mal o bien con nuestro vecindario, las cosas han cambiado. Ahora somos más europeos, más ricos y más coñazos. Podemos pasarnos diez años viviendo en el mismo piso y no saber quién es el del tercero izquierda. Es decir, que nos relacionamos más bien poco con nuestros vecinos. Eso lleva, consecuentemente, a la imposibilidad del cotilleo. Ya no sabemos qué sucede en la vida del de enfrente, así que difícilmente podremos criticarle o interesarnos por su relación o saber si al hijo le han pillado fumando en el colegio. Lo que hemos hecho para sustituir ese viejo vicio tan español ha sido engancharnos a los programas esos de mierda en los que se cuentan las miserias de la gente. Gente sin el mayor interés en la mayoría de las ocasiones, con vidas vanas, pero que nos permiten satisfacer nuestra pequeña o gran ansia de cotillear. Claro que algo ha cambiado: Al del quinto le ponías a parir y se quedaba con el traje hecho. Ahora, se lleva cinco kilos. 

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