La tercera a la izquierda

Los de la embestida

El papel, os lo podéis figurar, no da mucho de sí. Tenemos que condensar en pocas, poquísimas líneas, todo lo que el líder ha contado y recontado a sus fieles por la mañana y por la tarde. Repite, que algo queda. Pero también es verdad que atiza a unos y otros, tira de las orejas y también propone. A veces nos tenemos que quedar con lo de la candela y dejarnos las florituras programáticas para mejor ocasión. Qué le vamos a hacer. Es tiempo de campaña. Que lo de las ofertas electorales llegó en el partido previo, a fin de cuentas.

Gaspar dio ayer mucha candela. Mucha. Se cogió al PSOE como su rival favorito. El miedo al voto útil está ahí, como mosca cojonera perpetua. Aunque Rajoy le da argumentos de sobra. Se refiere a él no como la derecha "de la moderación", sino como la de la "mano dura", la de la "embestida", la del "¡vivan las cadenas!", que diría Fernando VII.

El candidato estuvo enérgico. Contundente, cero entregado al Gobierno de Zapatero. Eso toca ahora. No está para conciliar. De hecho, lleva ya tiempo sin hacerlo. Fuentes de la federación relatan que desde 2006 la relación de Gaspar con el presidente se ha enfriado. Les comenzó a separar la "contrarreforma fiscal" que el PSOE pactó con los nacionalistas y que han supuesto una detracción del erario público de 6.000 millones de euros. Y a partir de ahí la cosa fue a peor, incluso en el plano personal. Charlan de vez en cuando e intercambian impresiones en el hemiciclo, a la vista de la prensa, o en la zona de Gobierno del Congreso de los Diputados. Y a pesar de ese distanciamiento, Zapatero ha insistido en los últimos meses en la buena forma de las relaciones con IU.

Otro chaparrón le caerá hoy al PSOE, y un diluvio universal a Rajoy, obviamente. Llamazares quiere marcar perfil propio, insertar en campaña temas desterrados por los grandes partidos a sabiendas de que ahí tiene su espacio pero que nadie polemizará con él. Tenía razón una compañera de prensa que también está de caravana: "Llamazares clama en el desierto". En su terreno nadie le chista.

Último detalle, éste para curiosos: Harry salió de nuevo en un mitin. Gaspar lo dijo. Había comprado a su hija Gema el último libro de J. K. Rowling.

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