La trama mediática

El rey nos salvará

Vamos de cabeza al agujero, pero, por lo menos, nos entretenemos en la cuesta abajo. Compitiendo en fetichismo monárquico, los dos periódicos más obedientes a la sangre azul invocaron ayer en sus primeras páginas el poder del amuleto regio. Junto a una foto del inquilino de Zarzuela con cara de funeral, ABC proclamaba su exorcismo: "El Rey apela de nuevo a la unidad". Más audaz y entregada a las facultades paranormales del coronado, La Razón titulaba así: "Tercer aviso del Rey ante la gravedad de la crisis". Sí, sí: decía "aviso", como si tuviera pensado rodear con tanques la sede de la Bolsa o, quién sabe, Moncloa.

Como complemento a la advertencia, el diario de la mancheta azul decía en un apocalíptico editorial: "Ha sido el Rey Don Juan Carlos el que, en el ejercicio de su función moderadora y constructiva, lo expresó ayer con oportuna claridad: Trabajar todos juntos para superar la crisis". Ah, era eso. Y de nuevo se lo confirmo: efectivamente, el rey decía "trabajar". Qué cosas, ¿eh?

S. Dragó: que sólo voten los mejores

No crean que esa fórmula convence en los confines del ultramonte, donde prefieren que todo se vaya al carajo. Así lo expresaba uno esforzado peón de brega de Libertad Digital llamado Juan Ramón Rallo: "Sólo nos queda confiar nuestra suerte a esos antipatriotas especuladores cuyo comportamiento refleja la calamidad que se nos avecina si Zapatero continúa en el poder. Sólo cabe esperar que varias sesiones de batacazos en los mercados acaben por mostrar tanto a los españoles como al resto de europeos que la catástrofe es Zapatero". Lo de siempre. Cuanto peor, mejor. Sobre todo para algunos.

¿Y qué hacemos cuando nos hayamos librado del malvado leonés? Fernando Sánchez Dragó tiene una propuesta para evitar que él o cualquier otro plebeyo vuelvan a gobernar: acabemos con el voto popular. Lo soltaba sin rubor en El Mundo: "¿Democracia de sufragio universal? No, por favor. Aristocracia de acceso restringido. Y si alguien se escandaliza, que recurra al diccionario. Esa palabra, en griego, significa gobierno de los mejores. La plebe nunca les dará su voto".

Eso, que sólo puedan votar los más preparados, como Cristina López Schlichting, que ayer se destapó en Cope como luminaria de la medicina. Vean: "Según las organizaciones especializadas en la lucha contra el sida, la seguridad de que el embarazo se puede interrumpir siempre está promoviendo la expansión del virus debido a la promiscuidad". Buff.

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