Principia Marsupia

Por qué sabemos que el coronavirus no se fabricó en un laboratorio

Numerosas teorías de la conspiración corren por las redes sociales sobre el origen del coronavirus.

Durante el mes de febrero, cuando el virus se cebaba con China, se decía que EEUU estaba atacando a su rival asiático con un arma biológica. Ahora que se ha extendido por el mundo, se multiplican los mensajes que acusan al gobierno chino de querer imponer su hegemonía mundial, o se habla de de un laboratorio de máxima seguridad en Wuhan al que se le "escapó" el virus.

Todas estas teorías nunca tuvieron demasiada consistencia, pero para no dejar ningún lugar a la duda, un equipo de investigadores ha publicado un artículo en la revista Nature Medicine explicando en detalle por qué el origen del virus es natural.

Para entenderlo, tenemos que explicar cómo el virus entra en las células.

1.-  El dominio de unión

El coronavirus es especie de esfera rodeada de pinchos.

Por qué sabemos que el coronavirus no se fabricó en un laboratorio

Cuando miramos en detalle esos pinchos, vemos que existe una región en ellos que funciona como una "llave" que abre el "candado" que le permite entrar dentro de las células.

A la "llave" se le llama el "dominio de unión".

El "candado" es el receptor celular "ACE2".

Por qué sabemos que el coronavirus no se fabricó en un laboratorio

Pues bien, el dominio de unión del virus encaja más o menos con ACE2, pero no demasiado bien. Si el virus hubiese sido construido en un laboratorio, la "llave" habría sido diseñada para encajar perfectamente en el "candado".

2.- El "chasis" del virus

En los laboratorios no se construyen nuevos virus desde cero: lo que sí se puede hacer es modificar los virus ya existentes.

Utilizando un símil automovilístico, es como si solamente pudiésemos crear nuevos modelos de coches modificando los ya existentes: cambiando las ruedas, el motor o el volante, pero dejando siempre el mismo chasis.

Si alguien quisiera crear un nuevo virus, tendría que usar el "chasis" de otro virus.

Analizando el genoma, podemos concluir que su "chasis" no se corresponde con ninguno de los coronavirus conocidos. Un segundo argumento para tumbar del todo las teorías de la conspiración.

El origen del virus es natural, ¿pero sabemos exactamente de dónde salió?

No. A esa pregunta los científicos todavía no le han encontrado una respuesta definitiva. Sabemos que como los otros coronavirus conocidos hasta la fecha, en algún momento saltó desde los animales a los seres humanos.

La mejor pista que tenemos es un virus llamado "RaTG13", encontrado en una población de murciélagos en la provincia china de Yunan, y que comparte al 96% la secuencia genética del nuevo coronavirus. También se han encontrado virus similares en los pangolines.

Otra de las preguntas que queda aún por resolver es si el coronavirus evolucionó hasta su forma actual dentro de la especie animal original o si el virus era algo diferente y evolucionó después del salto al ser humano. El primero de los casos sería más preocupante, pues indicaría que nuevas transmisiones de animales a humanos son aún posibles.

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