Al sur a la izquierda

Javier Arenas casi presenta su renta

Antonio Avendaño

De nuevo Javier Arenas ha estado a punto de hacer pública su declaración de la renta. Ha sido la vez que más se ha acercado. Para cumplir su compromiso de dar a conocer sus ingresos, Arenas tenía dos opciones: la primera era repartir fotocopias de su declaración de
IRPF; la segunda, que ha sido elegida, era reunir todas las facturas de un año de viajes, comidas y demás, contratar a un notario, llevarle esas facturas, pedirle que las sumara, entregarle su renta, pedirle que a los ingresos brutos les restara lo que se queda Hacienda, pedirle también que a los ingresos netos que cobra del partido les restara el importe de las facturas, ponerlo todo en un documento de 18 folios y difundirlo. Sencillo, ¿no?

Lo que Arenas le dijo al notario es que recibe del PP unos 55.000 euros netos para pagar los gastos de representación como vicesecretario del PP, que en 2010 ascendieron a 48.000. Prácticamente, lo comido por lo servido, dicen Arenas y su notario. Ahora bien, esos 55.000 netos vienen a equivaler a un bruto no muy alejado de los 100.000, lo cual significa que el PP, en vez de pagar directamente los gastos de sus líderes (los 48.000 euros en el caso de Arenas), prefiere darles un sobresueldo de casi 100.000 euros, de los cuales Hacienda trinca cerca del 40%.
Para que luego acusen al PP de poco patriota, pues ¿qué mayor patriotismo puede haber que pagar a Hacienda decenas de miles de euros que legítimamente puedes ahorrarte? ¿A qué espera la Agencia Tributaria para erigir al PP un Monumento al Buen Contribuyente donde aparezca Javier el Campeador montado en una jaca jerezana de nombre 'Transparencia'?

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