Al sur a la izquierda

Cabalgando a lomos del escepticismo

Primero fue la perplejidad. Luego vino el desconcierto. Y finalmente el escepticismo. La encuesta de la Universidad de Granada que da al PP la mayoría absoluta en Andalucía fue, en efecto, recibida inicialmente con perplejidad en el Gobierno andaluz y en la dirección socialista, de ahí pasaron al desconcierto y, para no sucumbir a la melancolía, decidieron cabalgar a lomos del escepticismo, que es una fe amarga y sin horizontes pero que ayuda a sobrevivir.

Lo cierto es que pocas veces la ciencia demoscópica ha arrojado resultados tan excluyentes. El CIS, que es un organismo serio, sostiene que el PSOE recorta distancias en España y se sitúa a 7 esperanzadores puntos del PP. Pero Cadpea, que también es una entidad seria, sostiene que el PP dispara su ventaja sobre el PSOE en Andalucía hasta los 15 puntos. Es difícil saber qué diablos está pasando, pues para que ambas cosas sean ciertas sería necesario que el derrumbe socialista en Andalucía conviviera con una mejoría excepcional en el resto de España, ya que si no sería imposible que la desventaja nacional fuera de sólo 7 puntos siendo en Andalucía de 15. Ahora bien, no es verosímil que el PSOE vaya en Andalucía camino a la perdición y al norte de Despeñaperros vaya camino a la salvación. Sería como si de pronto Andalucía se hubiera convertido en un territorio electoralmente marciano.
Sólo las elecciones desvelarán el enigma, pero mientras tanto Griñán y los suyos deberían actuar como si la encuesta más negativa fuera cierta, no como si lo fuera la más favorable. El escepticismo ante las encuestas malas es mal consejero. Más malo que las propias encuestas.

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