Puntadas sin hilo

¿Rubalcaba Presidente, Cayo Lara Vicepresidente?

A pesar del cinismo rampante de Rajoy, o precisamente por eso, al afirmar en un diario austriaco que ‘hemos exigido sacrificios, pero hemos repartido las cargas de forma justa’, es muy posible, si la lechera del cuento no falla y las previsiones de que el PP ganaría las elecciones pero sin mayoría absoluta, que Rubalcaba sea el próximo Presidente del Gobierno y Cayo Lara el Vicepresidente, en un pacto poselectoral razonable. Porque es incuestionable que el desacreditado Rubalcaba se presentará a las primarias, cuando toque, o sea cuando él decida y con la fuerza del aparato burocrático en su favor, y las ganará. El tiempo corre a su favor y está toreando de salón a quienes pretenden ser candidatos. Lo de Cayo Lara es más lineal, menos sinuoso. El mal menor. Veríamos, ¿veremos?, sus capacidades de imposiciones y renuncias. Las fuerzas conservadoras tratarán de impedirlo por todos los medios, amenazas de males horribles y bombardeo mediático incluido, pero el pueblo español, imprevisible y rebelde en diferido, aún es libre de elegir en ese último reducto que le queda de votar. Por primera vez creo que los partidos nacionalistas no tendrán influencia decisiva, pues la derecha del PNV y de CIU, éste en notable baja, se verá contrarrestada por Ezquerra Republicana y Amaiur, las dos en alza en su representación parlamentaria. Rosa Díez será la derechosa veleta emergente, pero de inciertas apoyaturas.

Si esto ocurre, esperemos que Lara actúe de madrastra implacable y correctora, y que cumplan lo que prometan. Pero nonos alegremos demasiado. Todo será dentro de un orden y sin ruptura de ningún elemento básico del sistema. La Constitución permanecerá, la Monarquía, por tanto, permanecerá, la integración en Europa y sus reglas permanecerán, Catalunya permanecerá en la brecha. Pero al menos todo será un poco más decente. El PSOE no será ya la misma mierda que el PP, salvo que digamos que IU también lo es.

Se abrirán dos frentes duros: frente al resto de partidos y opciones sociales, y frente a ellos mismos vigilándose y desconfiando. En todo caso una nueva fase en la vida española. Teóricamente los más débiles y desprotegidos serán ayudados a salir de su pozo. Solo por eso merecería apoyo ese hipotético Gobierno. Un revulsivo necesario, no una revolución. Andalucía a escala nacional y con más poder de decisión. La educación, la sanidad, la educación para la ciudadanía, la losa religiosa, serán revisadas. Dentro de lo que se pueda, claro. Tratarán de desmontar el tinglado construido para el manejo de las instituciones, justicia, ley electoral, medios públicos de información. Algo es algo. O un algo que es mucho. No damos para más. O mejor, en el fondo no queremos más. El PSOE con taca-taca, con andador, con IU empujando el carrito. No es una mala solución. ¿Qué dirá la lechera? Porque, pensándolo bien, si Rajoy, con su última desfachatez del reparto de cargas y sus tres millones de pobres, ha sido y sigue siendo presidente, ¿por qué no van a poder serlo Rubalcaba and Cayo Lara? Rajoy ha traspasado todos los límites de la desvergüenza.

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