Puntadas sin hilo

El sueño político de una noche de verano

¿Y si Rajoy se emborrachara una noche y ordenara al director del Boletín Oficial del Estado que publicara inmediatamente que España era un república y quedaba abolida la monarquía, que autorizaba a Catalunya a decidir su destino, que anulaba la reforma laboral, eliminaba el artículo 135 de la Constitución, ordenaba devolver sus casas a todos los desahuciados, nacionalizaba los bancos que hubieran sido rescatados, denunciaba los Acuerdos con la Santa Sede, bajaba el IVA de la cultura, destituía a los presidentes del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, se querellaba contra Pujol, se daba de baja en el Marca, reconocía que el PP se había financiado con dinero negro, y todos sus cargos habían cobrado sobresueldos, anulaba la Ley de Seguridad Ciudadana, echaba a todos los ministros, que no venderíamos más armas a Israel, publicaba una reforma fiscal que él mismo había redactado mientras se tomaba el tercer tinto por la que decretaba que los ricos pagarían el triple de lo que pagan, y una renta básica para los españoles que la necesitaran, vendía el Museo del Prado para dar de comer a los niños que no comían, ordenaba al director de TVE que no manipulara más, le daba las nuevas licencias de TDT a la oposición, guarda la Ley del Aborto en el cajón, que convocarían referéndums vinculantes cada año sobre lo que quisieran los ciudadanos, que ningún cargo público podría cobrar más que él, que pasaría a cobrar tres veces el salario mínimo, que reconocía que no había cumplido lo que había prometido en la campaña electoral, porque quería llegar al poder como fuera, ni después tampoco, porque quería permanecer como fuera, que nunca más influiría en los jueces, ni directa ni indirectamente prometiéndoles ascensos, que se arrepentía de todo lo que había dicho sobre Bárcenas, Matas, Fabra, Camps y tantos otros, que esperaba que de una vez procesaran a la infanta Cristina que ya era un cachondeo, que se subían las pensiones tres puntos por encima del IPC, que los copagos quedaban suprimidos, que no se podía privatizar la Sanidad, ni siquiera disimuladamente, que lo de la herencia recibida no fue tan grave como se hartó de decir, que la prima de riesgo era un camelo, que lo de la recuperación es mentira disfrazada de macrocifras ininteligibles porque en cuanto venga una turbulencia europea o mundial se va todo a hacer puñetas, que es cierto que con su política ha favorecido a los más ricos, que el miedo que había inoculado a los españoles desaparecía y les pedía perdón, que en les próximas elecciones votaría a Podemos sin que se enterasen en su partido, que conminaría a sus ciudadanos para que no le aplaudiesen como borregos, que a ver si le pueden pedir al hombre del tiempo que mañana salga el sol en Galicia, que le está jodiendo el veraneo y tiene que quedarse en casa después del fútin leyendo a Shakespeare, que era un rollo?

Pues si tal cosa hiciera, dijera y ordenara, yo diría que no estaba borracho, sino cuerdo y entero.

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