Balagán

Rabinos

El último informe del Centro Palestino por los Derechos Humanos -que se hace público cada semana- denuncia que durante los últimos siete días el ejército israelí ha llevado a cabo 61 incursiones en los territorios ocupados de Cisjordania, enla parte que en teoría gestiona la ANP. Esto significa que durante cada día los soldados participaron en prácticamente nueve incursiones, arrestándose a 47 palestinos incluidos 13 niños y una mujer.

El régimen de autonomía existe simplemente sobre el papel, pues en realidad Cisjordania es un conjunto de bantustanes rodeados por los militares donde viven encerrados más de dos millones de personas en condiciones infrahumanas, mientras la autonomía se sostiene gracias a las donaciones con las que Occidente se lava las manos sobre lo que allí sucede a diario.

Estas son simplemente las operaciones del ejército, puesto que los palestinos también tienen que soportar continuamente las incursiones de los colonos, que en algunos casos pueden ser incluso más graves y dañinas que las de los militares, y que cuentan con la pasividad o el apoyo de los mismos soldados.

Un caso de estos -y hay cientos- lo acaban de denunciar los Rabinos por los Derechos Humanos, un grupo reducido pero activo de rabinos progresistas que en su mayor parte son de origen estadounidense y residen en Israel, y que en la medida de sus posibilidades intentan ayudar a los civiles palestinos, protegiéndolos de los abusos de los militares y los colonos.

El lema de estos rabinos es una cita de los Salmos que dice "Felices los que obran con justicia, los que siempre hacen lo correcto".

El rabino Arik Ascherman informa que el miércoles "un gran número de civiles israelíes", es decir colonos, entraron en el pueblo de Farata, cerca de Nablús, al norte de Cisjordania, "y comenzaron a romper ventanas".

La incursión de los colonos empezó a las 16 horas. Media hora después llegó un destacamento de soldados "que en lugar de sacar del pueblo a los colonos, empezaron a meterse en las casas (de los palestinos) junto con los colonos", dice el rabino Ascherman.

Se ha de recalcar que según la ley israelí el ejército no tiene jurisdicción sobre los israelíes civiles, incluidos los colonos por supuesto, de manera que hubo que esperar a que llegara la "policía de fronteras" (que en la práctica es un cuerpo paramilitar) para "escoltar" a los colonos fuera del pueblo.

Incidentes como este se producen continuamente mientras la comunidad internacional permanece cruzada de brazos.

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