Balagán

Huizinga ayer y hoy

Desde el lunes circula por la red un video de un líder miliciano que devora el cadáver de un soldado sirio. El protagonista de la hazaña pertenece a las Brigadas Farouq, un grupo yihadista que ha estado afiliado al Ejército Sirio Libre (ESL) que se considera que da cobijo a las organizaciones rebeldes más moderadas.

La figura de Abu Sakkar se dio a conocer a principios del año pasado en el distrito Baba Amro de Homs, en un enfrentamiento prolongado y muy violento entre el ejército y los rebeldes que se vivió con incertidumbre en Occidente.

También se le conoce por haber bombardeado aleatoriamente poblaciones chiíes de Líbano en represalia por la participación de milicianos de Hizbola en la guerra civil siria del lado del ejército.

El video en cuestión recuerda el extraordinario libro "El otoño de la edad media" que escribió el holandés Johan Huizinga hace un siglo. Huizinga analizaba las característas del periodo medieval destancando que una de ellas era que el hombre medieval tenía unos sentimientos y emociones exageradas, y que la sociedad de la época era en su conjunto igualmente exagerada.

Un planto era un planto exagerado, con sus plañideras incluidas. El amor y el odio también eran exagerados, igual que los colores y los olores, que el dolor y la pasión, igual que la religión o la muerte, etcétera. Cuando uno entra en contacto con Oriente Próximo a menudo tiene la sensación de que Huizinga está hablando de esta región en la actualidad.

No se sabe si la iniciativa de Washington y Moscú de celebrar una conferencia internacional sobre Siria en las próximas semanas tirará adelante. En cualquier caso, parece difícil que las potencias se pongan de acuerdo al respecto y lo más probable es que la guerra continúe desangrando al país con independencia de la conferencia.

Los ánimos se irán radicalizando aun más sin duda alguna, aunque de hecho ya hace tiempo que hemos entrado en una fase de guerra religiosa, al menos en gran parte, un conflicto confesional que responde cada vez más a la exageración medieval descrita por Huizinga.

Y quienes han alentado y alientan el conflicto, desde la región o desde Occidente, justificándolo como el camino necesario para llegar a la "democracia", son también responsables de tanta devastación, de la misma manera que son responsables de la devastación de Irak. La "democracia" es únicamente un pretexto y a día de hoy parece inalcanzable y no se vislumbra por ninguna parte.

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