El presidente Mahmud Abás ha amenazado una vez más con devolver a Israel las llaves de Cisjordania. Es la enésima vez que lo hace y no hay ninguna razón para creerle ahora tampoco, aunque muchos palestinos piensan que debía haberlo hecho hace mucho tiempo.

"Si fracasamos (en el Consejo de Seguridad) interrumpiremos toda cooperación con el gobierno israelí y le exigiremos que asuma todas sus responsabilidades como Estado ocupante", dijo ayer el presidente palestino.

Sus declaraciones llegan mientras en el Consejo de Seguridad se debate la propuesta de resolución que ha presentado Jordania con el apoyo de los países árabes y que pretende establecer un plazo de dos años para que Israel complete la evacuación del ejército y de los colonos judíos de los territorios ocupados.

Estados Unidos ya ha dicho que va a vetar la resolución y es evidente que aunque se aprobara no tendría ninguna opción de aplicarse ya que Israel está por encima de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

En las últimas semanas Abás había dicho que en el caso de que la resolución no se apruebe, recurrirá a los organismos y convenciones internacionales para denunciar los presuntos crímenes de guerra que Israel comete a diario como consecuencia de la ocupación.

Ayer Abás volvió a hablar de entregar las llaves a Israel. Los organismos internacionales prevén que la potencia ocupante se haga cargo de la ocupación, pero Israel sabiamente ha conseguido eludir sus responsabilidades desde los acuerdos de Oslo de hace 21 años.

Diez años después de asumir el poder parece muy complicado que Abás continúe como si nada ocurriera, cruzándose de brazos ante las tropelías constantes que comete Israel, y manteniéndose en el poder gracias al chorro de euros que le inyectan los europeos justamente para que se quede con los brazos cruzados.

La devolución de las llaves es lo más sensato que puede hacer Abás. Lleva ya una década en la Muqata y ha demostrado que es incapaz de gestionar el conflicto, así que no estaría de más que se retirara cuanto antes para que Israel asumiera sus obligaciones con todas las consecuencias.