Rectificación
Sr. Director, D. Ignacio Escolar:
Me dirijo a Vd., como letrado y representante del Dr. D. Vicente del Pino Paredes, al objeto de ejercitar, en tiempo y forma, el derecho de rectificación regulado en la Ley Orgánica, 2/1984 de 26 de marzo, con relación a la errónea información aparecida en su diario, el pasado jueves día 8 de los corrientes, en el artículo titulado Lipodistrofia: vivir con el VIH marcado en el rostro (Sección Actualidad, página 25).
En dicho artículo, que firma Lea del Pozo, después de describir en qué consiste esta patología asociada al VIH, y los tratamientos mitigadores actuales, se alude al caso concreto de D. José Pizarro, paciente que fue supuestamente tratado con éxito mediante infiltraciones faciales por el Dr. González Mestre en el Hospital Can Ruti de Badalona. Pues bien, el error informativo, cuya rectificación aquí se pretende, se contrae a que el rostro que aparece fotografiado no se corresponde con D. José Pizarro y sí con D. Sócrates Menchón Acero, paciente de mi representado, no del Dr. González Mestre, que fue sometido a infiltraciones faciales de su síndrome lipodistrófico por el Dr. Vicente del Pino Paredes en el Centro Estético Serrano 76, de Madrid, no en el Hospital Can Ruti de Badalona.
Por ello, el Dr. Pino Paredes hace uso del derecho de rectificación que le asiste, interesando que por idéntica vía a la difundida de manera errónea se subsane el equívoco, debiéndose hacer constar lo siguiente: "La imagen que aparece en el artículo publicado el pasado día 8 de mayo, dentro de la Sección de Actualidad, página 25, titulado Lipodistrofia: vivir con el VIH marcado en el rostro, se corresponde, no con la de D. José Pizarro como por error se hizo constar, y sí con la de D. Sócrates Menchón Acero, paciente tratado de su síndrome lipodistrófico a través de infiltraciones faciales por el Dr. Vicente del Pino Paredes en el Centro Estético Serrano 76, de Madrid".
El el supuesto de que no se atendiese el cumplimiento del presente requerimiento, dentro de los tres días siguientes a contar desde su recepción y en la manera solicitada, nos veremos impelidos a accionar judicialmente según Ley.
Cordialmente,
Juan Antonio Balsera Martín

Unidad frente al terror
Hoy estamos enfrascados en la resaca del terrible y brutal atentado perpetrado por la banda terrorista ETA en Legutiano. Los ciudadanos seguimos conmocionados por este terrible atentado y asesinato a la esperanza y a la paz.
Quiero trasladar mis condolencias a la familia de Juan Manuel Piñuel, y expreso mi solidaridad con la familia del fallecido y con los heridos y damnificados.
Quiero hacer un llamamiento a las fuerzas democráticas y a los ciudadanos, a los partidos políticos, al Gobierno y a las Instituciones, para que hoy más que nunca se unan contra el terrorismo. Debemos unirnos en torno al Estado de derecho, en torno a las instituciones democráticas, en torno al Parlamento y sobre todo en torno al Gobierno.
Hoy, mañana y siempre, sólo pueden salir de nuestras bocas palabras, reproches y condenas a los terroristas, a los asesinos, a los instigadores de la violencia, a los que extorsionan; y sólo tienen que salir palabras de apoyo, cariño y respeto hacia las víctimas, hacia los poderes públicos, hacia la unidad de la ciudadanía, hacia los partidos democráticos y hacia el Gobierno.
Sólo de esta manera estaremos más cerca del fin de la violencia terrorista de ETA. Sólo desde este convencimiento podremos seguir creyendo en la esperanza de la paz para todos los españoles.

Santander

El principio del fin del sida
Dentro de cinco o seis años, 80 años después de que se empezara a investigar, se comenzará a comercializar una vacuna contra la malaria. Los esfuerzos realizados habrán valido la pena: la vacuna evitará que sigan muriendo 3.000 niños al día. Vacunas como la polio, que hoy damos por descontado, han costado décadas de trabajo e inversiones.
El sida mata cada año a más de dos millones y medio de personas y sus peores efectos los vemos en sistemas sanitarios exhaustos, escuelas sin profesores y economías lastradas por una enfermedad que enquista la pobreza y obstaculiza los esfuerzos dedicados al desarrollo de comunidades empobrecidas. Con este panorama, lograr una vacuna contra el sida es vital y, a la luz de múltiples evidencias científicas, alcanzable.
El 8 de mayo este diario se hacía eco del resultado fallido del ensayo clínico de una potencial vacuna contra el sida y hablaba de pesimismo dentro de la comunidad científica.
Si los científicos se dejaran llevar por el pesimismo cada vez que confrontan un resultado decepcionante, bien poco habría progresado la ciencia. La investigación es un proceso de ensayo-error y cada error no es un fracaso; es una pista más de un largo proceso que nos sitúa en la dirección del éxito.
Si no hemos conseguido todavía una vacuna del sida es que son necesarios más esfuerzos, más inversión y corregir nuestros errores. Llevamos 25 años de epidemia, y los científicos han aprendido muchísimo sobre el VIH, pero lo cierto es que las inversiones importantes en la investigación de una vacuna han comenzado muy recientemente.
Nadie ha dicho que sea fácil pero, si estamos convencidos de que no tendremos vacuna, efectivamente no la tendremos.
Sólo si contamos con un compromiso conjunto de científicos, políticos y empresas evitaremos que también haya que esperan 80 años para contar con la herramienta que será el principio del fin de la pandemia del sida.
Juan Carlos Enrique Moreno, presidente de globalSIDA
Frans Van de Boom, videprensidente de la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el SIDA IAVI
Mariano Esteban, profesor de Investigación del CSIC, Centro Nacional de Biotecnología