El virus de la crispación
En 2007, el balance de los días refleja una situación de alta tensión in extremis, hasta el punto de que la tirantez ha generado, en bastantes ocasiones, un nerviosismo ciudadano e institucional sin precedentes. La causante del desaguisado ha sido la crispación política, un activo virus persistente que distorsiona libertades alcanzadas, una toxina dispuesta a romper la indisoluble unidad de la nación, un veneno ensordecedor a más no poder por la mediocridad de sus agentes, con el efecto agravante de portar un germen adormecedor que impide ser algo más que una opción partidista.

2008 podría ser un buen año para rehabilitar la cuestión política, que hoy es vista bajo sospecha porque la losa de la corrupción está ahí, desacreditando lo que es un noble servicio. Sólo bajo el hilo moral de la actuación política puede llegarse al punto del ansiado consenso que exige un Estado social y democrático de Derecho.

La balanza, que se ha utilizado desde la antigüedad como símbolo de la justicia, puede ser una buena herramienta para que la libertad sea libertada, para que la justicia sea ajusticiada, para que la vida sea bebida en su digna medida y vivida en plural. Tampoco el miedo puede suplantarnos la esperanza. Como dijo Confucio: "Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo". Buen imperio el del amor para garantizar la convivencia democrática, mucho mejor que el imperio de la ley, por mucha expresión de voluntad popular que lleve consigo. En cualquier caso, todos los males pueden curarse con más mano democrática.
Víctor Corcoba Herrero

Derecha extrema
Toda mí solidaridad y apoyo moral para los que han sido agredidos verbalmente en los momentos más solemnes de los actos oficiales donde hay muertos de por medio. Los que se dedican a abuchear a las autoridades en los actos oficiales son los mismos que se envuelven en la bandera y se autodefinen como los únicos defensores de la unidad de España, y no respetan ni el silencio del cornetín de orden en memoria de los que dieron la vida por la libertad y la democracia en el mundo. Son los que agredieron a José Bono en la manifestación de víctimas de terrorismo, y también son los mismos que abuchearon hace unas semanas a los concejales del PSOE en la puerta del Ayuntamiento de Madrid, en el acto de repulsa por el asesinato de dos guardia civiles por parte de ETA. Son los extremistas de la derecha, que no se han reciclado para vivir en libertad y democracia, y buscan silenciar todas las leyes progresistas que ha sacado adelante el Gobierno socialista. Lo quieren silenciar con el tema del Estatuto catalán, los matrimonios homosexuales, la Memoria Histórica y, en especial, el terrorismo, utilizando a los familiares de los afectados como un arma de destrucción masiva contra el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. ¿Conseguirán sus objetivos o se repetirá la misma imagen de desolación que vimos en la madrugada del 14 de marzo de 2004?
Joaquín García Mayo
Alburquerque (Badajoz)

Malsana ferocidad
El cantar de los niños de San Ildefonso parece tener virtudes afrodisíacas en lo que al mundo gastronómico se refiere, ya que terminada la letanía pagana de la lotería todos los ciudadanos se afanan en preparar aquellos manjares de los que parecen haberse privado toda su vida, dado que los ingieren por el gaznate con una ferocidad malsana. En estas fechas hay dos cosas que se olvidan: los consejos del médico y la obsesión por la dieta (no me imagino a una familia degustando alimentos bajos en caloría el día de Nochebuena). No voy a ponerme a predicar en el desierto, porque, como dicen las Sagradas Escrituras, "quien este libre de pecado que tire la primera piedra". Así pues, les daré un consejo personal: aflójense el cinturón, y si es preciso desabróchense el primer botón, pues lo que se avecina a más de uno le dejará traspuesto. Por lo demás, metan en un sobre sus preocupaciones, tristezas y rutinas, porque estas volverán en breve y ahora no es momento ni lugar de recordarlas. Lo que deben hacer es embriagarse con el llamado "espíritu de la Navidad".

Absurda tostadora
La tostadora que el PP les ha regalado a los periodistas parlamentarios no es un regalo moderno: se inventó en 1909, aunque los diseñadores tratan de inventar unos modelos más acordes con los nuevos tiempos (incluso están probando la tostadora transparente, pero necesitan encontrar un cristal que no se haga añicos con el calor). La tostadora es un aparato absurdo, que seca el pan, lo chamusca y lo despide. Esta tostadora regalada tiene, además, el inconveniente de que imprime en el pan las siglas y la gaviota del Partido Popular. Pobres periodistas parlamentarios; como si no tuvieran ya suficiente con soportar a los políticos despotricando todo el día. En este contexto, la tostadora es un símbolo de la forma de proceder del PP en estos cuatro últimos años: nos han quemado. Y corren el peligro de que al regalo le pase igual que a la página web de Mariano Rajoy: que entre un virus y otro aparezcan mensajes a favor de Zapatero...
Antonio Nadal Pería
Zaragoza

Tribunal del Jurado
Después de las dificultades que hubo para su aprobación, en 1995, la institución del jurado desfallece, ante la mirada indiferente de quienes tendrían la obligación de protegerlo y vigorizarlo.
El Tribunal del Jurado se muere. No está debilitándose porque los ciudadanos no acudan a la llamada judicial, ni porque los juicios por jurado hayan desbordado los medios para celebrarlos. Y tampoco por el error de los veredictos del jurado. Está desertizándose porque muchos jueces de instrucción confabulados con las fiscalías vienen desviando con toda intención fuera del jurado muchos casos que corresponderían a su ámbito, y también porque la Fiscalía General permite indolentemente que eso ocurra, sin aclarar por circular la obligación legal de todos los fiscales de respetar el principio constitucional de participación popular en la justicia penal.
Gustavo Lópezmuñoz Larraz
Fundador de la Asociación Pro-Jurado