Anti-zapaterismo y ferocidad destructiva
Con la disolución de las Cámaras y la convocatoria de elecciones dejamos atrás una legislatura marcada por la crispación y la apología del antizapaterismo por parte del principal partido de la oposición. Crispación que ha tratado de eclipsar el trabajo intenso de cuatro años en los que las políticas sociales, de derechos y de reconocimientos (leyes de dependencia, igualdad, matrimonios homosexuales, violencia de género, memoria histórica, reformas estatutarias...), y las políticas económicas (superávit en las cuentas y reducción de la deuda pública), han estado a la vanguardia de la legislatura. Cuatro años en los que el Parlamento –esto es, todos los grupos parlamentarios– volvió a recobrar el protagonismo que nunca debió haber perdido en el mandato anterior. Pero, sobre todo, cuatro años de humildad de un Gobierno ansioso por mejorar y modernizar el país, frente a la ferocidad y oposición destructiva de un partido que, curiosamente, aspira a gobernar.
María Sagrario Gómez Sánchez
Madrid

Donación de órganos
Hace unos días, surgía en la opinión pública una polémica por la decisión que ha tomado la Administración canadiense de prohibir la donación de órganos a las personas homosexuales. Me ha sorprendido encontrar en mi entorno más de una voz de conformidad e incluso elogio hacia la medida. En una sociedad que se jacta de ser plural y moderna, resulta haber más de uno que aplaude decisiones políticas que restringen actos tan solidarios como la donación de un órgano. Y esto se hace en nombre de la prevención, y con el único argumento de que "los homosexuales tienen más riesgo de exponerse a enfermedades de transmisión sexual". Un argumento más que discutible, por cierto.
Pero, ¿quiénes son realmente perjudicados por esta decisión del Gobierno canadiense? ¿Los homosexuales? No. Más bien aquellas personas necesitadas de un trasplante urgente que, seguro, no tendrán ningún prejuicio respecto a la vida sexual del anterior propietario del órgano transferido, mientras éste esté sano.
David Belzunce Barranco
Hospitalet De Llobregat, (Barcelona)

Un cambio real
Cada vez me resulta más difícil creer en los políticos, y cada vez es más complicado sobrevivir. Si no es el euribor es el terrorismo, y si no, la Iglesia, tan evangelizadora que ya ha perdido el rumbo de su propia historia.
Mientras tanto, nosotros, ciudadanos de a pie, nos hacemos ilusiones con la posibilidad de cambio que se puede obrar en España; pero un cambio que no sea baladí, un cambio real elegido realmente por los votantes.
Daniel García Moro
San Sebastián de los Reyes
(Madrid)

‘Operación Guateque’
Me vienen a la memoria el llamado caso Bono y la situación que generó la exigencia de responsabilidades políticas y la dimisión del delegado del Gobierno de Madrid, Constantino Menéndez, corto ejercicio de responsabilidad a juicio del Partido Popular cuando debería haber dimitido, según ellos, hasta el presidente del Gobierno. ¿Se acuerdan?
Pasado el tiempo, resulta que en Madrid se descubre un gravísimo caso de corrupción, la operación Guateque, y resulta que la culpa de lo que pueda haber pasado es exclusivamente de los funcionarios; es decir, que los cargos directivos puestos por los responsable políticos del Ayuntamiento (el PP) no tienen ninguna responsabilidad, y los concejales responsables de las áreas investigadas, tampoco.
¿Acaso el Sr. Menéndez fue procesado? Dimitió como responsable político de una intervención policial que, afortunadamente, después de mucho sufrimiento para los imputados, quedó en absolución. Ahora se encuentra procesado, por dos posibles delitos, el coordinador general de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, nombrado por el alcalde del Partido Popular. ¿Va ha dimitir el regidor que lo nombró? ¿Dimitirá el concejal que lo propuso? ¿Tal vez presente su dimisión el propio coordinador?
Roberto Gómez González
Responsable del Sector
de Policía Municipal
en el Ayuntamiento de Madrid

Rajoy y el Ministerio de la Familia
Parece que el Sr. Rajoy y su equipo han pedido algo de imaginación a los Reyes Magos y ya empiezan con las sugerencias brillantes en su programa. La creación del Ministerio de la Familia es un buen ejemplo, que a su vez les sirve para demostrar que han tomado buena nota de la manifestación de la Iglesia del pasado 30 de diciembre, un apoyo a las familias católicas tradicionales, mirando por el país y la democracia, velando siempre por la libertad de expresión y de creencias... Todo un paso adelante.
Además, el líder del Partido Popular afirmó que será el "Ministerio de las personas". Faltará que nos aclaré si de todas o sólo de aquellas que cumplan las características deseadas por ellos.
Por otra parte, dijo que trabajará por la "libertad y la igualdad de los españoles". Qué sarta de incongruencias, del que promete un programa con "propuestas reales y no de humo" cuando en realidad siempre han hecho todo lo contrario.
Es un discurso demasiado utilizado ya. Suerte que el país quiere realidades y no propuestas brillantes que sólo brillan para unos pocos. Viva la diferencia, viva la sociedad plural y las libertades. Y por cierto, no puedo dejar de destacar otra idea brillante: el que llaman Plan Nacional de Lista de Espera, la panacea para erradicar las listas de espera en la sanidad... Todo un lujo.
A ver si con tantas nuevas ideas se les enciende demasiado la bombilla y no ven más allá de su propio humo. Estemos alerta.
José Luis Rodríguez Pertiñez

Canovellas (Barcelona)