Cartas de los lectores

4 de mayo

«Una vida sin escrúpulos»
El reconocimiento del Vaticano de que el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, llevó una "vida sin escrúpulos" por la complicidad de los principales miembros de su organización ha puesto de relieve la necesidad de refundar esa asociación.
Más aún: esa "vida sin escrúpulos" no habría podido llevarse a cabo sin la complicidad de la Curia vaticana y de Juan Pablo II. Sin embargo, esto no exime a Ratzinger de su delito de complicidad; como también es responsabilidad suya la directiva de silencio sobre los casos de pederastia. No es sólo la cúpula de los Legionarios de Cristo, sino también la del Vaticano, la que ha vivido "una vida sin escrúpulos" y debe, como en su día Maciel, reconocer su culpabilidad, dimitir y someterse a los tribunales civiles. El pretendido arrepentimiento que hoy proclama el Papa sería una hipocresía y sacrílega burla a la religión si no pone por obra él mismo lo que exige a los demás.
Simeón Ibáñez Llera / Bilbao

El PP valenciano, a borde de un ataque de nervios
Casi una docena de líderes del PP de la Comunitat Valenciana ha salido en desesperada defensa de Francisco Camps, quien ya huele a cadáver político. Es de suponer que en Génova tampoco están muy tranquilos y que hasta Mariano Rajoy ande de los nervios al ver en la cuerda floja a un amigo a quien reiteradamente brindó su apoyo y defensa. Después de lo ocurrido con Bárcenas y Matas, si Camps llegara a caer en desgracia, a Rajoy se le quitarán las ganas de apoyar a nadie nunca más.
En cualquier caso, confiemos en que, independientemente de lo que dicte el Tribunal Supremo, el paso del tiempo otorgue cordura a la mente de tantos valencianos cegados por la ilusión de una sarta de mentiras proclamadas sin vergüenza desde la impunidad que confiere una mayoría absoluta mal gestionada.
Alberto Soler Montagud / Valencia

Perdonen que no les miremos con buenos ojos
Rumbosos señores: Perdónennos a los que nos parece muy mal que sus nombres figuren en el caso Gürtel, acusados de haber aplicado parte de nuestros impuestos a cubrir sus dispendios personales. Seguramente pensaban que tanto desvelo por la cosa pública no recibía justa recompensa, y por eso complementaron sus emolumentos. Dirán de nosotros que somos unos malditos desagradecidos, pero qué le vamos a hacer.
Discúlpennos, también, si no miramos con buenos ojos a aquellos de ustedes que, proclamándose inocentes hasta la saciedad en los medios de comunicación del pueblo, después se han negado a declarar ante la Justicia que emana del mismo pueblo. Quizá es que no entendemos bien el espíritu de la democracia.
Por último, les rogamos nos excusen si no podemos evitar sentir vergüenza ajena cuando, en Madrid o Valencia, les vemos ocupar los escaños como si tal cosa. Nosotros no podríamos, pero porque somos blandos de escrúpulos, y eso limita mucho, ¿no es cierto?
Lo que les pedimos, eso también, es que, al menos, no acudan a los Parlamentos regionales en los vehículos ni con los trajes, bolsos, relojes y demás enseres que, de manera presunta, recibieron a cambio de sus esfuerzos. Un poquito de por favor.

Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

La consustancialidad de la corrupción
Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "la corrupción es consustancial a las instituciones". Esto sería como justificar que los malos tratos son consustanciales al género humano.
Aberrante.
Josep Robert Reig Miró / Barcelona

Socialistas y burgueses de pata negra
José Bono es católico, terrateniente y... socialista. Agustín de Foxá, ya de viejo, comentó: "Soy conde, estoy gordo y fumo puros. ¿Cómo no voy a ser de derechas?". Foxá no conoció el milagro Bono, porque, en caso contrario, tal vez se hubiera afiliado al PCE. Uno puede ser rico de familia y ganar mucho dinero en la política. Pero a mí estos políticos que dirigen partidos obreros, poseen tierras, ganaderías y alternan con cardenales y banqueros, me recuerdan a esos hacendados castellanos de la Restauración que administraban con igual impunidad sus haciendas y los votos de sus siervos. El dirigente de un partido obrero que comparte mesa con la alta burguesía siempre antepondrá los intereses de esta, por ser los suyos propios, a los de los trabajadores, por los que en teoría está en la política, y a los que en la práctica está traicionando.
Es por esto por lo que me resulta obscena la militancia socialista del señor Bono. Y lo más grave de todo es que son mayoría los dirigentes obreros que gozan de la misma privilegiada situación económica. ¿Dónde están los líderes obreros de verdad como Marcelino Camacho? ¿Cómo vamos a esperar que los obreros voten al PSOE, un partido dirigido por auténticos burgueses de pata negra?
Mario López Sellés / Madrid

Inmigración: precauciones frente a la crisis
Hace años, cuando se produjeron brotes xenófobos en El Ejido, éramos muchos los que nos preguntábamos si los incidentes no se extenderían a otras localidades. Pasado el tiempo hemos comprobado que felizmente estos no se han reproducido.
No obstante, quedan asignaturas pendientes. Teniendo en cuenta que es en tiempos de crisis cuando grupos de ideología extremista aprovechan para hacer malintencionadas interpretaciones económicas y trasladarlas al ámbito social, es necesario que la Secretaría de Estado de Inmigración, embajadas y casas de cultura aúnen esfuerzos e intensifiquen sus encuentros con el fin de no poner en riesgo lo que hasta hoy viene siendo una convivencia satisfactoria. España ha demostrado ser un país aglutinador y de integración. No permitamos que, como consecuencia de una crisis financiera, grupos interesados intenten cargar culpas sobre los más débiles.
Manuel Cañedo Gago / Madrid

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