Por qué Marlaska piensa que no es culpable

Por qué Marlaska piensa que no es culpable
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso. EFE/Kiko Huesca

Llevamos unas horas críticas. Este martes se hacía público el vídeo resumen de una investigación internacional liderada por LightHouse Reports. El documento gráfico no deja lugar a dudas. Una recreación visual combinada por múltiples vídeos permite por primera vez reconstruir cómo sucedieron los hechos. 

Marlaska vuelve a comparecer en el Congreso para insistir en que el Gobierno de España no tiene ninguna responsabilidad en lo que ha pasado. Sus argumentos son los mismos que en intervenciones anteriores. Esta vez hay un agravante y es que pone en duda la investigación periodística que se presentó este martes. Llama mentirosos a una serie de grandes medios internacionales, a los más de quince periodistas implicados. Con esto intenta debilitar la fuerza y la contundencia de un trabajo que no tendría que haber tenido lugar. Si el Gobierno hubiese actuado como se espera en un Estado democrático habría facilitado esa información de forma oficial. Pero quienes trabajamos en temas migratorios, investigando e informando, estamos acostumbradas a la opacidad y la mentira. Y quienes gobiernan están acostumbrados a la impunidad. Esta mezcla es la responsable de la magia que está teniendo lugar; nosotras representamos el tesón y el rigor, porque sabemos que de nosotras depende que los hechos se esclarezcan; ellos, confiados nos han subestimado, pensando que se irían de rositas de nuevo. Prácticamente todos los medios de comunicación de este país y muchísimos medios extranjeros han dado prioridad a este tema desde el martes. No hay duda, lo que sucedió en la frontera es noticia. Ahora solo hace falta que suceda lo que a estas alturas debería ser inevitable y es que Sánchez destituya a Marlaska. 

Sánchez dará el paso por dos razones que pueden combinarse. Una es que el enorme eco mediático asociado con la dureza y la falta de vergüenza del ministro puedan resultar en un desgaste significativo del partido principal en el Gobierno. Este ruido puede debilitar a Sánchez en pleno periodo preelectoral. Aunque aquí es posible que el presidente cuente con la Navidades para que borren nuestras frágiles memorias. La otra es que le digan que asuma responsabilidades desde Europa. El martes por la tarde un grupo amplio de miembros de instituciones europeas visionaron los videos de la BBC y de Lighthouse Report y escucharon testimonios de personas que estaban allí aquel dia. La Comisaría de derechos humanos y el Relator de la ONU para los derechos migrantes han expresado públicamente su rechazo a cómo está actuando el Ministerio. Me consta que en los pasillos de Bruselas se habla cada vez más de la línea roja que se ha cruzado y de si es tolerable aceptar un precedente de este calibre. 

En su afán de contener su caída libre Marlaska responsabilizaba hoy a las fuerzas de seguridad del estado de lo ocurrido. Mandaba un mensaje: fueron ellas y como máximo mando de las mismas yo estoy aquí respondiendo. Sin embargo, el tema ya no está en cómo actuó la Guardia Civil. Se hicieron cosas tremendas pero todo el mundo reconoce que la situación fue absolutamente desmedida. Con la investigación de Lighthouse Report queda incluso claro que la situación fue generada por la actuación de la Policía marroquí. Ahora el foco está en por qué el ministro ocultó la verdad y posteriormente mintió. Y esto es responsabilidad en su totalidad de Marlaska y por defecto del presidente Sánchez. 

Desde esta tribuna solo me queda desear que todo los esfuerzos que han tenido lugar por esclarecer los hechos vean un resultado. Antes me habría podido conformar con un reconocimiento de los hechos y un alegato compungido, ahora no puede ser menos que la dimisión del Ministro. No hay opción de cabeza turco, aquí se juzga la limpieza de nuestra democracia y el castigo de la opacidad y la mentira.