Con negritas

A Brufau no se le va Iberdrola de la cabeza

Allá por el mes de febrero, con motivo de la presentación del plan estratégico de Repsol YPF, ANTONIO BRUFAU pronosticó que Gas Natural, de la que la petrolera controla un 30%, estaría en alguna "movida" corporativa, ya fuera "como consolidadora o como consolidada". Acababan de conocerse entonces los movimientos de EDF para meter la cabeza en Iberdrola con la complicidad de FLORENTINO PÉREZ, máximo responsable de la constructora ACS, que tenía y sigue teniendo en su poder alrededor del 13% de la eléctrica española. Por eso, las palabras de Brufau fueron interpretadas como la expresión de su deseo de no perder comba en la reordenación del sector energético que se vislumbraba y en la que siempre ha querido desempeñar un papel determinante.

Desde aquellas primeras declaraciones suyas, el presidente de Repsol YPF no ha dejado de rondar en torno a Iberdrola, la mayoría de las veces con el propósito de granjearse la simpatía de IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN, en cuya defensa ha salido más de una vez durante los momentos álgidos del asedio de EDF. Éste, sin embargo, nunca ha tenido en demasiado aprecio los requiebros de Brufau, al entender que sus respectivas compañías juegan en distintas ligas, no sólo por razones de especialización, sino también de tamaño. La capitalización bursátil de Iberdrola triplica la de Gas Natural, y una eventual fusión de ambas debería de tener en consideración semejante circunstancia, con las inevitables consecuencias societarias y políticas que de ello se derivan.

Brufau, sin embargo, no es un hombre que dé su brazo a torcer a las primeras de cambio, como ha tenido ocasión de demostrar en las negociaciones, casi siempre tormentosas, con los gobiernos de los países de América Latina donde Repsol YPF tiene intereses. Hace apenas una horas, ha vuelto a insistir en que no ve alternativas a un acuerdo entre Gas Natural e Iberdrola, lo que provocó un pequeño terremoto en la bolsa, tan necesitada de noticias que saquen a los inversores de la desidia que últimamente los caracteriza. Sánchez Galán, por supuesto, ha hecho oídos sordos una vez más a estos cantos de sirena y sigue empeñado en engordar a toda costa el valor de Iberdrola, convencido de que ésa y no otra es la mejor arma para preservar a toda costa su independencia.

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