Con negritas

Las espinas de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa

Una vez que los reguladores se han mostrado favorables a la operación, ya sólo falta el nihil obstat de PEDRO SOLBES para que Gas Natural lance la opa sobre Unión Fenosa previa a la fusión entre ambas compañías. El vicepresidente tiene 15 días para pronunciarse, aunque es improbable que agote el plazo, ya que todo está pactado y bien pactado, a tenor de los informes emitidos por la Comisión Nacional de la Energía y la de la Competencia.

Sus exigencias no afectan significativamente a los objetivos perseguidos por Gas Natural, según la propia compañía, a la que incluso le viene de perillas realizar desinversiones que le ayuden a financiar la costosa compra de Unión Fenosa. El acuerdo alcanzado a finales de julio entre ACS, todavía socio de referencia de la eléctrica gallega, y Gas Natural partía de una valoración de Unión Fenosa cercana a los 17.000 millones de euros.

En el sector energético han causado cierto estupor algunas de las condiciones establecidas por los reguladores, en especial la que se refiere a los puntos de suministro de los que Gas Natural debe desprenderse. Serán 600.000, lo que resulta chocante teniendo en cuenta que el Gobierno le impuso que prescindiera de 1.500.000 cuando lanzó la fallida opa sobre Endesa, a pesar de que ésta tenía una presencia en el mercado del gas muy inferior a la de Unión Fenosa.

El estupor inicial ha dejado paso al anuncio de acciones legales en el caso de la italiana ENI, propietaria del 50% de Unión Fenosa Gas y una de las empresas que más objeciones ha puesto a la fusión. Su primer ejecutivo, PAOLO SCARONI, se quejó públicamente el viernes del informe de la Comisión Nacional de la Competencia, a la que había pedido sin éxito que obligara a Unión Fenosa a venderle el otro 50% de la filial de gas.

Aunque da la impresión de que ENI sólo pretende pescar en río revuelto, lo cierto es que Unión Fenosa Gas es la segunda compañía de su especialidad y que, una vez se consume la fusión, estará en las mismas manos que la primera. Ante esta circunstancia, Competencia se ha limitado a exigir que Gas Natural segregue la comercialización al por mayor, como si eso bastara para evitar la notable concentración de la oferta que va a producirse y cuyo principal perjudicado será el consumidor, igual que siempre.

A por Iberdrola

Horas después de que la Comisión Nacional de la Competencia diera luz verde a la fusión, ACS reiteró, a través de uno de sus grandes accionistas, Banca March, que dedicará a reforzarse en Iberdrola parte del dinero que obtenga por la venta de Unión Fenosa. Ahora controla el 12,6% y su objetivo es llegar al 20%, a fin tener la posibilidad de consolidar los resultados de Iberdrola, según explicó el vicepresidente de Banca March, PABLO VALLBONA.

Un reforzamiento interesado

Esa consolidación es fundamental para ACS, que así puede tapar el vacío que deja en sus cuentas Unión Fenosa, cuya aportación fue en 2007 de 6.000 millones a la cifra de negocios y 2.100 a los beneficios. Para que Iberdrola tome el relevo es necesario que el grupo presidido por FLORENTINO PÉREZ sea propietario de un paquete significativo y eventualmente demuestre que tiene influencia en la gestión, mediante su presencia en el consejo.

La resistencia

La entrada en el máximo órgano de gobierno de Iberdrola no resulta fácil para ACS, dada la negativa del responsable de la eléctrica, IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN, a proporcionársela. El fugaz paso de la constructora por Unión Fenosa, donde ha permanecido poco más de dos años, abona los temores de que Iberdrola haga una operación puramente especulativa, que comprometa los objetivos de la actual gestión.

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