Con negritas

Un contexto distinto para el dividendo de Repsol

Doce meses después del consejo que abrió la caja de los truenos en Repsol, al defender su presidente una rebaja del dividendo correspondiente a 2009, todo apunta a que la retribución de los accionistas no será motivo de fricción este año. La escandalera que se montó entonces puso de manifiesto la existencia de discrepancias de fondo entre los dos principales socios de la petrolera y ANTONIO BRUFAU a propósito de la ejecución del plan estratégico. Tanto Sacyr (20%) como La Caixa (14,3%) eran partidarios de revisarlo a la luz de la nueva situación de la compañía, muy lastrada por el desplome de los precios, que acabó reduciendo a la mitad las ganancias del conjunto del ejercicio.

LUIS DEL RIVERO, máximo responsable de la constructora, fue especialmente beligerante y pidió que se agilizara la prevista enajenación de activos, con objeto de oxigenar la cuenta de resultados. La Caixa mostró una actitud más tibia, aunque su presidente, ISIDRO FAINÉ, compartía con Sacyr la preocupación por que Repsol mantuviese inalterado el rumbo pese a que las circunstancias invitaban al menos a pensárselo. Brufau, que había convertido la rebaja del dividendo en una cuestión de honor, se salió finalmente con la suya, pero tomó nota de que sus mayores accionistas no estaban dispuestos a hacer nuevos sacrificios.

Ahora que se acerca el momento de abordar otra vez el asunto, Repsol parte de una base sustancialmente mejor, gracias a la revitalización del mercado, que en los seis primeros meses de 2010 le permitió aumentar su beneficio un 39%. Brufau, además, puede exhibir el reciente acuerdo con la china Sinopec, que pondrá 5.200 millones de euros para que Repsol explote en Brasil sus prometedores yacimientos. Como consecuencia de todo ello, la cotización se ha reanimado y bordea los 20 euros por título, muy por encima de los 15 a los que estuvo en mayo, aunque lejos aún de los 27 que Sacyr pagó por su paquete hace cuatro años.

En tales circunstancias, el debate sobre el dividendo con cargo a 2010 debería ser más sosegado, salvo que las heridas en el consejo, contra lo que parece, sigan abiertas.

Regreso al pasado
Por empeño de Brufau, el dividendo de Repsol se redujo un 19% en 2009 y, según los analistas, es posible que al término de este ejercicio haya margen de maniobra para volver a los 1,05 euros de 2008. También permitiría dar una alegría a los accionistas la venta de parte de YPF, de la que está pendiente de colocar en bolsa un 20%. La familia ESKENAZZI, próxima a los KIRCHNER y que ya controla un 15%, tiene una opción de compra por otro 10% hasta febrero de 2012.

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