Con negritas

Otra tarea pendiente para Fainé

Por si no le bastara con gestionar La Caixa y liderar la reconversión de un sector que lleva meses patas arriba, ISIDRO FAINÉ tiene ahora el desafío de encontrar un director general para la CECA. El puesto lo ocupa desde septiembre de 2008 JOSÉ ANTONIO OLAVARRIETA, que el próximo 25 de febrero cumple 65 años, la inaplazable edad de jubilación prevista en los actuales estatutos. Justo diez días antes, el 15, debería haber ya un sucesor, toda vez que para ese miércoles están convocados en Madrid el consejo de administración y la asamblea general de la CECA llamados a ratificarlo.

No existe tradición ninguna sobre la procedencia profesional de los directores generales de la Confederación Española de Cajas de Ahorros. De los tres últimos, dos (GERMÁN PÉREZ OLLAURI y el propio Olavarrieta) ya estaban en la casa; pero JUAN RAMÓN QUINTÁS fue un fichaje en toda regla, pues antes de acceder al cargo pertenecía al equipo de confianza de JOSÉ LUIS MÉNDEZ en Caixa Galicia. Fainé, por lo tanto, al menos atendiendo a la historia, tiene las manos libres para quedarse con alguien de dentro o, si lo prefiere, buscar un candidato fuera.

De la misma CECA puede elegir entre los cuatro directores generales adjuntos: JOSÉ MARÍA MÉNDEZ, responsable de asuntos jurídicos y asociativos, JORGE GIL (financiero), AGUSTÍN MÁRQUEZ (tecnología) o FRANCISCO MONLEAL (recursos). Y en la calle siempre tiene la posibilidad de tentar a un personaje de proyección pública y prestigio, aunque esa carta quizás la guarde para sustituir al frente de Funcas al veterano Victorio Valle.

Hay otra opción, remota pero no impensable, que permitiría a Fainé demorar la elección hasta que el futuro de las cajas de ahorros e incluso de la CECA esté algo más despejado. La nueva ley estatal abre la puerta a que los directores generales permanezcan en activo hasta los 70 años, si bien para ello es necesario proceder antes a la oportuna adaptación estatutaria. Una adaptación que la CECA está obligada a hacer en cualquier caso para no quedarse descolgada de otros aspectos de la normativa en vigor y que podría ser aprovechada para retener a Olavarrieta. Si es que se deja.

El preámbulo
Mañana está convocado el consejo de administración de la CECA, como ocurre invariablemente el tercer miércoles de cada mes. Aunque hay margen hasta mediados de febrero para tomar una decisión sobre la dirección general, es muy probable que se aborde ya el asunto con motivo de la
reunión. La última palabra la tiene la asamblea general, pero la propuesta que llegue a ella tiene que ser consensuada antes por Fainé y el resto de los consejeros.

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