De sus dos partidos contra FLORENTINO PÉREZ ante los tribunales, IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN ha ganado de momento el que jugaba en casa. Con 48 horas de retraso sobre el día que él mismo había apuntado, MARCOS BERMÚDEZ, titular del Juzgado Mercantil número 1 de Bilbao, donde tiene su sede social la eléctrica, resolvió el miércoles la demanda interpuesta por ACS contra el acuerdo de la última junta de Iberdrola que revocó el nombramiento de JOSÉ MARÍA LOIZAGA como representante suyo en el consejo. Para justificar ese acuerdo, Galán había apelado a la necesidad de evitar un conflicto de intereses, con el argumento de que ambas compañías son competidoras.

El juez ha dado por buena íntegramente la tesis de Iberdrola y entiende que la destitución del consejero de ACS –principal accionista de Iberdrola– está amparada por la Ley de Sociedades Anónimas, donde se condiciona el derecho de representación en los órganos de gobierno a que no existan objetivos contrapuestos. Según la sentencia, además, no sólo está acreditada que hay concurrencia en el ámbito de las energías renovables, sino también –y entre otros– en el de la ingeniería industrial y en el desarrollo del coche eléctrico, como la defensa de Iberdrola se esmeró en documentar a lo largo del proceso.

Que los tiros irían por ahí era previsible desde que en la primera quincena de julio, al denegar la suspensión cautelar del acuerdo de la junta que cesó a Loizaga, el juez declaró que no había motivos para creer que el conflicto de intereses alegado por Iberdrola fuera "accesorio y puntual", según sostenían los abogados de ACS. Esa impresión la abonó el propio Bermúdez la semana pasada, cuando insinuó a los periodistas que desde hacía tiempo tenía un criterio formado y que, en consecuencia, poco iba a influir sobre el sentido final del fallo la vista oral que por aquellas fechas se estaba celebrando.

El entorno de Florentino Pérez confía en que el caso se zanje a favor de ACS cuando llegue al Supremo, aunque antes tiene que hacer escala en la Audiencia Provincial de Vizcaya. Para entonces, además, los juzgados de Madrid deberían haberse pronunciado sobre el otro pleito: la demanda de Iberdrola contra ACS por no reflejar en sus cuentas la imagen fiel de la empresa.