Con negritas

Todas las miradas puestas en Bankia

Con Grecia todavía en la cuerda floja y España pendiente de un hipotético adelanto electoral, nada sugiere que la situación de los mercados vaya a ser mejor en otoño. Por eso, RODRIGO RATO y sus socios, después de darle muchas vueltas, han decidido liarse la manta a la cabeza y no demorar más la salida de Bankia a Bolsa.

La nueva entidad liderada por Caja Madrid y Bancaja, cuyos activos ascienden a 282.000 millones de euros, empezará a cotizar el próximo miércoles 20 de julio. Pero, hasta 48 horas antes, sus promotores tienen la posibilidad de abortar la operación si de aquí a entonces las cosas se ponen demasiado feas.

Eso propinaría otro golpe a la imagen exterior del país y al proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, que depende en buena medida de su capacidad para atraer capital privado. Sin embargo, no sería la primera vez que algo así ocurriese: hace sólo unas semanas, Telefónica tuvo que suspender in extremis la colocación de su filial Atento, tras comprobar que el horno no estaba para bollos.

Precisamente porque hay mucho en juego, la impresión generalizada en el sector financiero es que la operación "tiene que salir bien", como dijo en el reciente Debate sobre el Estado de la Nación JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO. Y eso significa que incluso sus más directos competidores acabarán echando una mano a Bankia en caso necesario, por la cuenta que les trae.

El objetivo de Rato no es de poca monta: pretende captar entre 3.600 y 4.100 millones de euros en unos mercados especialmente reacios a asumir riesgos ahora. Además, desde distintos ámbitos se le ha pedido que no malbarate un patrimonio forjado durante años al calor de la confianza de los clientes y del esfuerzo de los trabajadores de las siete cajas que están detrás de Bankia.

Finalmente, la oferta incluye un descuento de entre el 49% y el 54%, horquilla parecida a la que también ayer comunicó Banca Cívica (48-60). En el tira y afloja previo al anuncio de la salida de Bankia a Bolsa, algunos inversores institucionales habían hecho saber su desdén por cualquier rango superior a 0,3 veces el valor en libros. En las próximas semanas se verá si era un farol o iban en serio.

El diseño de la operación permite que el Banco Financiero y de Ahorros, propietario de Bankia, conserve el 51% del capital. Gracias a ello, Caja Madrid, Bancaja, Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y La Rioja conjuran el peligro de que les obliguen a convertirse en fundaciones, como ocurrirá con las entidades que pierdan la mayoría en los nuevos vehículos a través de los cuales canalizarán a partir de ahora su negocio.

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