Con negritas

El paradójico veto del Banco de España a Crédit Agricole

El Banco de España ha echado un jarro de agua fría sobre las intenciones de Crédit Agricole de hacerse fuerte en Bankinter, del que es principal accionista con un 20,1% del capital. MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ ha comunicado a los franceses que no vería con buenos ojos su entrada en el consejo de administración de la entidad vinculada a la familia BOTÍN, habida cuenta de la relación de competencia que existe entre ellos.

Esa rivalidad existe, al menos sobre el papel, aunque es muy limitada. Crédit Agricole está presente en el mercado minorista español a través de Bankoa y del Banco Espirito Santo, que juntos no llegan al centenar de oficinas. A través de Crédit Agricole Asset Management participa en el negocio de la gestión de activos, de los que apenas administra mil millones de euros. Y tiene modestos intereses en seguros (BES Vida), banca privada corporativa (Calyon) y financiación al consumo (Eurofactor y Tarcredit).

Es decir que la entidad presidida por RENÉ CARRON compite en campos donde también juega Bankinter, si bien esa situación no es nueva ni más acentuada que en otros casos. Todas las actividades de Crédit Agricole en nuestro país ya las desarrollaba antes de comprarle sus títulos a RAM BHAVNANI a principios de noviembre del año pasado. Y el Banco de España no sólo no puso entonces ningún impedimento, sino que posteriormente autorizó a los franceses a elevar su participación hasta el 29,99%.

¿Acaso pensaba que Crédit Agricole, después de gastarse cientos de millones de euros, iba a conformarse con seguir flemáticamente por las páginas de Financial Times o de Les Echos lo que hicieran con su dinero los gestores de Bankinter? ¿De verdad creía el Banco de España que Crédit Agricole podía conformarse con observar de brazos cruzados el uso que se daba a su cuantiosa inversión, sin intentar sacarle más partido que el puramente financiero?

Por otro lado, aludir a intereses cruzados en el caso de Bankinter no deja de ser paradójico cuando su hasta ahora accionista de referencia, Jaime Botín, compartió durante años la presidencia con un puesto relevante en el consejo de administración del Santander, que capitanea su hermano Emilio y que a su vez controla Banesto. ¿O es que Bankinter, Santander y Banesto no son competidores en algunos segmentos?

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