Posibilidad de un nido

Somos Cultura

Lorca sigue bajo tierra, asesinado, escondido por alguien. Mataron al poeta y cada día se nos olvida, porque cada día deberíamos recordar que asesinaron a Lorca y que sus huesos permanecen ahí. Ahí donde lo dejaron caer, ahí después del tiro. Era agosto en el barranco de Víznar, qué calor. Lo prendieron como al Camborio, como habiéndose narrado antes, muerta moneda.

Siempre pensamos que no volverán, que no sucederá, que todo ha avanzado mucho. No aprendemos nada. Lorca sigue ahí.

Pero somos Cultura, eso somos. El Cuento de la criada ha hecho más por describir y nombrar las violencias institucionales contra las mujeres que todas las explicaciones de todos los eruditos. El Cuento de la criada es novela y es también serie. Después de leerla se podía ver a las mujeres en las manifestaciones con la túnica roja y la caperuza blanca. "Parece del cuento de la criada", decían las chavalas ante ciertas prácticas, ciertas servidumbres.

20.000 especies de abejas hizo más por el movimiento trans que todas las manifestaciones. La niña ganó el oso de oro en Berlín y con su rabia fuimos y en esa rabia la de todas todes todos los trans. Eso somos.

La primera vez que escuché a Patti Smith arrancando su Gloria con "Jesus died for somebody's sins but not mine" me largué a vivir a Barcelona, entendí algo, pude decirlo, maté la culpa, lo grité, lo bailé por la noche.

Llegué a la escultura Elogio del horizonte, de Chillida, en Gijón trepando el senderillo del brazo del poeta Joan Margarit. Subimos en silencio, permanecimos allí en silencio mirando al mar y en silencio regresamos al hotel de la Semana Negra. La elevación es ese fenómeno por el que una pierde todo lastre físico, todo barro, toda roña y se acerca al éxtasis.

La belleza no existe. La belleza es un estado de ánimo. Bigas Luna dijo "repítelo, repite eso" y aquella mujer marroquí la de la danza supo de qué estaba hablando. Eso somos. Quien ha visto la belleza no la olvida, y es mayor, mejor, más valiente.

Somos Cultura, somos la Danza, somos belleza, somos la Música, la escultura frente al mar, la mirada del poeta.
La mirada del poeta siembra en ti y te conoces: "Y helaste mi corazón, encendido en deseo" escribió Safo, y te miraba. "De todos modos soy valiente", le respondió la Masha de Chéjov. "He tomado una decisión: arrancaré de mi alma este amor, lo arrancaré de cuajo".

Siempre llegan los bárbaros, siempre muere un imperio, siempre te decapitan, siempre la decadencia, siempre brillas de clímax. Cada época tiene su Attila, pónganse Novecento, vean el Saló de Pasolini. Siempre somos Cultura. Ay de la sociedad que decide ignorarlo, ay de nosotras, de nosotros, sin memoria, imaginación, deseo, belleza, pasado y futuros. En esta España donde Lorca sigue bajo tierra, vuelven los del dolor a afilar sus garras para arrancarnos labios, manos, pies, para decapitarnos la Cultura.

Han de saber que, si es necesario, uno a una, verso a nota, cuerda a ladrillo, la haremos nuestra, la llevaremos dentro y la iremos contando para siempre jamás amén.

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