Ciudadanos vuelve a ser el hazmerreír en Málaga. El partido de Albert Rivera ha registrado una moción para solicitar una auditoría con objeto de analizar el grado de cumplimiento de la ley de contratación pública en el Consistorio malagueño. Hasta ahí, todo bien... hasta que se dejaron las notas previas cuando elaboraban la moción y plantan lo siguiente: "Creo que en eso son bastante escrupulosos, pero básicamente es por si quieres tocar los cojones".
Diario Sur destapaba la noticia ayer mostrando lo que ya es un documento público, pues ha pasado por el Registro Municipal. La moción, presentada por el portavoz y candidato a la alcaldía de Ciudadanos Juan Cassá y el viceportavoz Alejandro Carballo, se ha convertido en la tarjeta de presentación del programa electoral del partido naranja, mostrándolos como una panda de zoquetes, en el mejor de los casos y, en el peor, como una banda vil carente de vocación de servicio público.
Se da la circunstancia, además, de que hasta hace pocos meses Ciudadanos ha sido el sostén del PP en la alcaldía, por lo que de haberse descubierto alguna irregularidad en las contrataciones, Cs sería responsable indirecto o, de nuevo, una panda de zoquetes.
Lo cierto es que desde que entraron en la política municipal malagueña, la imagen que han dado ha sido bastante cómica. Para los anales de la historia han quedado cuando el propio Cassá prentendía ser alcalde cuando, desde su posición de inferioridad, negociaba la investidura con el veterano Francisco de la Torre (PP). Cassá, el mismo que ha llegado a defender una moción propia en el Pleno municipal y, después, ha votado en contra. Ese es el nivel, el de "tocar los cojones".
Aunque es cierto que Cassá y los suyos tienen complicado criticar la gestión del PP en el Ayuntamiento porque ellos mismos han sido quienes la han impulsado -cómplices de la pérdida del patrimonio histórico como muestra el vídeo superior-, armar ruido por armar, enfangar un Pleno para intentar transmitir la sensación de que se está trabajando para lo que te votaron cuando, en realidad, no es lo que se está haciendo, es una metedura de pata de tomo y lomo. Ya barajan retirar la moción del orden del día del Pleno, pues la risotada todavía se oyen por los pasillos de la Casona del Parque.
Lo único que nos queda es dar las gracias a Cassá y Carballo por enseñarnos cuál es la política en la que creen, esa que es más cosmética que de remangarse y ponerse a trabajar, la del coaching hueco que no pisa la realidad, la de la ineptitud disfrazada.