Posos de anarquía

Serrano destila cinismo pata negra

Serrano destila cinismo pata negra
Alfonso Serrano (izq.) durante una feria de cerveza artesana. - Instagram PP Comunidad de Madrid

Hace unos días, dos individuos irrumpieron en la sede del PP de Móstoles, armados con armas blancas, y rociaron a los cerca de cuarenta asistentes con gas pimienta. Ambos están ya detenidos y, como no puede ser de otro modo en una democracia, tanto el partido atacado como las formaciones de izquierda han condenado los hechos. Nada hay que justifique estos actos de violencia. No hay 'peros' ni matizaciones; no se justifican. Cosa distinta es que aprovechando un ataque que la misma Policía considera aleatorio, el secretario general del PP de Madrid y 'número dos' de la lista de este partido a la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, lo aproveche para proyectar sus pecados en sus rivales políticos.

Los dos jóvenes veinteañeros -hombre y mujer- que atacaron la sede del PP de Móstoles ya han sido detenidos. Su injustificable acto les va a salir caro, porque entre los asistentes a la sede en el momento del ataque se encontraba un concejal y el candidato del PP, Manuel Bautista, que al ser también viceconsejero de Educación, los delitos escalan a atentado contra la autoridad.

Este tipo de conductas, de ataques a formaciones políticas amparadas por nuestra Constitución y nuestro Estado de Derecho, son inconcebibles. Cuando Serrano afirma que "cuando se generan discursos de odio contra opciones políticas legitimas", como sin ir más lejos es EH Bildu, "lo único que se consigue es que algunos radicales se tomen la justicia por su mano y decidan agredir a dirigentes y afiliados" no hace más que proyectar lo que desde el PP, en especial desde el PP madrileño, llevan demasiado tiempo haciendo.

Su cinismo es supino y, además, reincidente, va en su misma naturaleza aprovechar cualquier situación para demonizar a la izquierda y generalizar una situación que no es tal. Apuntar que ataques como los vividos en Móstoles se suman a "constantes agresiones" que viene sufriendo el PP "últimamente por parte de una izquierda radical, intolerable, agresiva y que entiende la política y la convivencia dentro de la división y la agresión a quienes no piensan como ellos", sencillamente es mentir.

Ya lo hizo recientemente, cuando activistas ecologistas de Futuro Vegetal llevaron a cabo protestas tanto en la sede del PSOE como del PP y Serrano aprovechó también para falsear la realidad en su cuenta de Twitter escribiendo que "la izquierda radical pretende amedrentar a quienes vienen a los actos del PP y también en nuestra sede. Y quedan 34 días" [para las elecciones].

Serrano es de esa clase de políticos que sobran, que no deberían tener espacio entre los servidores públicos porque intoxica, haciendo incluso gala de haber cobrado ayudas que no les corresponden y jactándose de no querer realizar los trámites necesarios para devolver el dinero, mientras es precisamente su gobierno madrileño quien lleva años privando de luz a las personas que viven en la Cañada Real con el único propósito de especular con los terrenos que habitan. Eso sí que es violencia, y ni siquiera tal justificaría actos como los vividos en Móstoles.

Violencia, en este caso institucional, son las becas a familias con ingresos superiores a 100.000 euros para que paguen la educación privada de sus hijos mientras la pobreza y la desigualdad crece a pasos agigantados en la Comunidad de Madrid, aunque su vicepresidente Enrique Ossorio se ría e ironice diciendo que él no ve pobres -pese a los informes de, entre otras, Cáritas-. El mismo Ossorio que afirma sin despeinarse que los familiares de personas mayores que murieron en residencias por el Protocolo de la Vergüenza durante la pandemia, puesto en marcha por el gobierno de Ayuso y que les privaba de asistencia médica, "ya lo han superado". Eso sí que es violencia.

El artífice de las bautizadas como 'becas para ricos' es precisamente el candidato del PP a Móstoles, que las puso en marcha cuando era director general en Educación Concertada, Becas y Ayudas al Estudio. Dos consecuencias tuvo aquello: por un lado, que la mitad del alumnado becado por el Gobierno de Ayuso no lo necesite; por otro, que la presidenta de Madrid premiara a Bautista nombrándole viceconsejero de Educación, dándole así más visibilidad en su carrera a la alcaldía de Móstoles, en la que Ayuso lo colocó a dedo desplazando a la anterior candidata popular, Mirina Cortés, lo que movilizó, incluso, la recogida de firmas entre la militancia del PP.

Escuchar a José M.ª Aznar reírse de la Ley de Paridad, burlándose de la desigualdad con las mujeres, del racismo existente o de la discriminación de minorías es violencia, como lo es fabular con una realidad de liberación de terroristas sin haber cumplido sus penas. Lo hizo ayer el expresidente popular, impune después de haber salido airoso, incluso, de crímenes de guerra por Irak.

Todo ello contribuye a generar un clima de crispación innecesaria. Recurrir a la constante hipérbole para poner al PP y sus políticas en valor es miserable, mezquino, ruin. En el PP, constituye un patrón, recurriendo después al cinismo y la hipocresía para victimizarse, como quien atiza un puñetazo y después llora por tener los nudillos magullados. En estas lides, Serrano destila cinismo pata negra, aunque tiene razón: "La mejor respuesta ante la intolerancia y la violencia [...] se consigue votando el 28M". Pues vamos a ello, nunca antes un voto favoreció tanto la paz y la justicia social, especialmente en Comunidades como la de Madrid.

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