Igual que Georgie Dann, el PSOE en la oposición siempre suele sacar una canción del verano, un éxito canicular con el que aliviar los rigores de la estación. Generalmente se trata de una promesa de las de verdad, quiero decir, de las que no se cumplen jamás, porque entonces la cosa dejaría de ser promesa y perdería toda la gracia. Es el mismo mecanismo psicológico de ese borracho que llega a casa haciendo eses y le jura a su mujer, España, que es la última vez, que no volverá a irse de parranda con los amigotes de Génova a cambiar artículos de la Constitución para ayudar a la banca.

-Te lo juro, cariño, es la última vez.

-Ya, es lo que me dijiste cuando la OTAN.

-Mujer, no es lo mismo.

-No es lo mismo pero luego te acostaste con ella y hasta hoy. Que lo saben en todo el vecindario.

-No fue en serio, nena, de verdad que no es como lo nuestro. ¿No viste el pedazo de bandera que sacamos el otro día? Toda para ti. Anda, dame un beso.

-No, que hueles a gaviota.

Sin embargo, la mujer, al final, casi siempre lo vota en lugar de botarlo. Para hacerse querer, el PSOE siempre ha usado en sus conciertos veraniegos a auténticas figuras de la canción, galanes recios y andaluces como Felipe González o Alfonso Guerra, que partían la pana; o donjuanes melifluos como José Luis Rodríguez (el Puma no: el otro). Únicamente han fracasado al recurrir a cantautores de pueblo como Joaquín Almunia o Pérez Rubalcaba, cantantes rústicos que se dedicaban al mensaje en vez de al masaje. A Rubalcaba y a Almunia les perdían los focos, que se reflejaban en las respectivas calvas y cegaban al público con el fulgor de sus ideas.

El último crooner de Ferraz es Pdr Snchz, un hombre que fue consejero en la Asamblea de Caja Madrid con Blesa y que no sólo votó a favor de la reforma del artículo 135 sino que incluso la defendió en los papeles. Ahora, cuatro veranos después, Pdr Snchz anuncia una reforma de la reforma, una gira veraniega prácticamente inversa y un giro ideológico de 180º, vamos, que el Pdr Snchz de julio de 2015 va a discutir y a sacarle los colores al Pdr Snchz de septiembre de 2011: el Dúo Pimpinelo en un bucle de tiempo.

-Tú votaste con ellos...

-Pero entonces no era yo ...

-No digas mentiras...

-Escucha si puedes...

Pimpinelo Sanchez representa otra vez la eterna disputa del PSOE peleando consigo mismo, el alzheimer de un partido bastardo intentando abortar sus siglas, ofreciendo un compromiso que no podrán cumplir y cuya posibilidad ni siquiera se les pasa por la cabeza. Después, una vez obtenido otro cheque en blanco para cuatro años, hacen como si no hubiera pasado nada, igual que Rubalcaba aquel día que entró fumando un puro en un estanco y el estanquero le dijo que allí no se podía fumar.

-¿No? ¿Y quién ha dicho esa gilipolllez?

-Usted.