Punto de Fisión

El caloret como contexto

Con el infierno de calor que nos asola, es difícil no estar de acuerdo con Torres Hurtado, el alcalde de Granada, que ha equiparado la elegancia femenina a la desnudez. "Cuanto más desnudas, más elegantes están". Juan Ramón Jiménez hubiese estado muy de acuerdo, y hasta lo escribió en un poema en que una muchacha "se fue desnudando / y yo le sonreía". Para Juan Ramón, esa muchacha era la poesía, y para Torres Hurtado eran unas estudiantes de Selectividad, lo cual dice mucho acerca de su asignatura favorita. Al alcalde le han afeado la distinción de género, ya que según él, los hombres están más elegantes cuanto más se tapen. A él un burka le habría venido muy bien, aunque quizá bastaría con que se hubiera tapado la boca.

El hombre se ha disculpado en seguida y ha atribuido su desafortunado comentario "a la necesidad de usar un atuendo adecuado para el contexto de la ola de calor que estamos viviendo". Desde el linchamiento público de Zapata, el contexto se ha convertido en la gran excusa para cualquier metedura de pata. No, no fui yo: fue el contexto. El contexto es el mayordomo impasible de la política española, ese personaje que pasa desapercibido desde los primeros capítulos de una novela policíaca y al final resulta que ha matado a todo Cristo. En el caso del alcalde granadino, el contexto además estaba doblemente contextualizado: fue el calor, que se le subió de golpe a la cabeza y también al cráneo.

El caloret (como dijo en magnífica invención léxica Rita Barberá antes de lanzar una maldición valenciana que ha dejado la Península Ibérica instalada en modo paella) también ha sido la causa de que Pablo Casado se confundiera y visualizara una oleada de atracos en Grecia, como si las calles de Atenas fuesen igual que los pasillos de Génova cuando trabajaba allí Bárcenas. Casado ha reculado en seguida y ha recurrido a otro contexto habitual en el PP: había visto la noticia en el ABC, igual que Esperanza Aguirre cuando leyó en el ilustre decano de la prensa española que el puesto de jueza le había tocado a Manuela Carmena en una rifa.

Cuando el contexto pasa de los cuarenta grados a la sombra, la cosa se desmelena y puede ocurrir incluso que Mariano se ponga a hablar de cifras y se resbale con los porcentajes y los millones de euros, con lo fácil que sería que no se expusiera al caloret y siguiera refugiado en su plasma. Es normal que los populares se exciten según se acerca el 18 de julio, una fecha que celebran en la intimidad, aunque algunos lo hacen en público, con banderas avícolas, brazos alzados y sonrisas nostálgicas. El Alzamiento Nacional también tuvo un contexto que los historiadores no paran de elucidar aunque muchos se pasan por alto el caloret. Ahora que han cambiado el logo del PP es una pena que hayan mantenido la gaviota, ave carroñera que no tiene culpa de nada, en vez de colocar sobre las mayúsculas un fémur, un hueso humano circunflejo, en símbolo de su ADN contextual y de todos los que esperan bajo las cunetas la hora de descansar en paz.

 

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