Dominio público

No pienses en una ruptura del Gobierno

Sato Díaz

Jefe de Política en 'Público'

No pienses en una ruptura del Gobierno
El actual Gobierno de coalición en una imagen de archivo. / Europa Press

Pocas horas duró la algarabía por los "Presupuestos más sociales de la historia". El acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos se terminaba de cerrar durante la noche del lunes al martes de esta semana, y el mismo martes por la tarde, un tuit del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, heló la fiesta: "Nosotros no vamos a romper el Gobierno por una deslealtad del PSOE, porque sería muy irresponsable cuando tenemos a Feijóo y Abascal afilando los cuchillos. Pero quiero decir claramente que nos han ocultado el aumento unilateral en el gasto en defensa y que es una vergüenza".

Al día siguiente, el enfado no solo se evidenciaba en la parte socialista del Gobierno, también en algunas de las distintas corrientes en Unidas Podemos. La propia ministra de Hacienda y principal artífice de las cuentas del próximo año, María Jesús Montero, sugería a Echenique que consultara a los negociadores de su formación política, dando a entender que Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, de Podemos, o Josep Vendrell, jefe de gabinete de Yolanda Díaz, estaban al corriente del aumento del gasto en defensa, y, por extensión, también lo deberían estar la ministra Ione Belarra y la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Los corrillos de periodistas del miércoles en el Congreso hablaban más de las diferencias en el seno de la coalición gubernamental, en relación al aumento de casi un 26% del gasto en Defensa, que de unas cuentas que destinarán 6 de cada 10 euros a inversión social. Cierto es que los medios de comunicación tienden a amplificar cualquier disonancia en el Gobierno de coalición del Estado, pese a que ha sido ejemplo de aguante y tenacidad ante las coyunturas más complicadas que se han dado en los últimos años y ha conseguido aprobar ya tres presupuestos anuales esta legislatura, mientras que las coaliciones de las derechas (PP y Ciudadanos) autonómicas han ido cayendo en Madrid, Castilla y León y Andalucía. Precisamente por eso, el tuit del portavoz parlamentario bien merece un comentario de texto.

Cuando Echenique escribe "no vamos a romper el Gobierno" todas las personas que leímos su tuit imaginamos, como no podía ser de otra manera, una ruptura del Gobierno, como si de un elefante sobre el que no debemos pensar se tratara. Ya lo explicó el lingüista norteamericano George Lakoff en su obra No pienses en un elefante de 2004: "La palabra 'elefante' hace que evoquemos automáticamente a ese animal de trompa y orejas grandes, incluso cuando le pedimos a alguien que no piense en uno, lo evocamos".

Todo indica que todavía es pronto para una ruptura en el seno del Gobierno, hay leyes cruciales por sacar adelante antes de que acabe la legislatura, sobre todo para el Ministerio de Igualdad: la ley trans o la ley del aborto, por ejemplo, se encuentran en pleno trámite parlamentario y son la joya de la corona de la cartera que dirige Irene Montero. Sin embargo, precisamente por ello, una guerra abierta en esta recta final de la legislatura por algunas de estas normas y, sobre todo, un bloqueo de alguna de las mismas podría ser motivo suficiente para que se materializara la desavenencia definitiva. Habría un motivo político de peso que la justificaría, desde luego.

Otra bandera de suma importancia para Unidas Podemos es la ley de vivienda y el PSOE no parece aceptar las exigencias de sus socios en materia de regulación de precios del alquiler o de qué hacer con las viviendas vacías de la Sareb, que podrían servir a las comunidades autónomas para acrecentar un parque público. Esto, el no haber llegado a un acuerdo todavía, podría ser un buen motivo para que los morados quisieran mantenerse en el Ejecutivo: intentar hasta el último minuto una ley que expanda lo máximo posible el derecho a una vivienda digna. Por el contrario, el desencuentro en una materia tan relevante y sensible puede ser la pista de despegue, también, para la ruptura final.

No es ninguna novedad que las diferencias son cada vez más palpables en el propio espacio de Unidas Podemos, sobre todo entre los dos polos que simbolizan, por un lado, Podemos, y, por otro, Sumar, alrededor del cual merodean con mayor o menor intensidad IU y comunes. Pese a todo, la negociación presupuestaria y la previa, la que versó sobre la fiscalidad, así como otras sobre políticas sociales en estos intensos meses, han demostrado que la unidad de acción entre Yolanda Díaz e Ione Belarra y sus equipos les beneficia a la hora de sonsacar avances sociales a los socialistas.

Pero este espacio político se encuentra en plena ebullición, en pleno proceso de reconstrucción. La mirada está puesta en una primera parada en las elecciones municipales y en las autonómicas que se celebrarán el próximo 28 de mayo y que pueden ser el aperitivo de las generales. Todavía está muy abierto el cómo se presentarán las diferentes fuerzas políticas de las izquierdas a los comicios primaverales una vez que la marca 'Unidas Podemos' parece amortizada en muchos territorios.

Si finalmente no hubiera candidaturas conjuntas en los comicios de mayo, las distintas formaciones de las izquierdas que se dispongan a competir electoralmente entre sí habrán de buscar motivos que les diferencien para presentarse como proyectos disímiles a las elecciones. La relación con el PSOE y la permanencia o no en proyectos conjuntos con los socialistas pueden ser un buen argumento. Si hubiera acuerdos entre los partidos para listas de confluencias, no habrá tanta urgencia de profundizar en las distinciones. Mientras duren estas negociaciones, las partes buscarán subrayar su perfil propio.

Es el inicio de un nuevo ciclo electoral y se verán muchos movimientos en el circo político, algunos de ellos serán sorprendentes. Atención a las próximas semanas. Y hay temas de calado político sobre el que puede haber rupturas y distanciamientos.

"Paz y pan", bajo este eslogan se movilizaron protestas contra la participación rusa en la I Guerra Mundial entorno al año 1917. Hoy, el posicionamiento sobre la paz y la guerra y, concretamente, sobre qué papel jugar ante la invasión rusa de Ucrania, es un asunto de primer orden político entorno al cual se verán interesantes discusiones. Por otro lado, el pan es el gran problema de una ciudadanía que afronta el invierno llena de incertezas y con miedo por la inflación y la subida de los precios de productos y servicios elementales.

"Pan y circo" aconsejaban los gobiernos romanos como forma de tener a la población tranquila. El circo político se acrecentará por la proximidad de relevantes convocatorias electorales. Los políticos pretenden asegurarse un buen puesto en las listas y muchos harán lo que no está escrito para conseguirlo, un circo, y los partidos no quieren perder influencia política, ni representatividad, ni capacidad económica, ni asesores, ni puestos de trabajo... El pan.

Vienen meses de intensidad P(p)olítica. Con mayúscula y con minúscula.

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