Dominio público

¿Qué ha fallado en el último crimen machista?

Ana Bernal-Triviño

¿Qué ha fallado en el último crimen machista?
Decenas de personas llevan carteles con nombres de mujeres asesinadas por violencia machista, a 25 de noviembre de 2023, en Madrid. Diego Radamés / Europa Press

El mismo 25N, cuando estaba la manifestación en las calles, un hombre (español y militar) estranguló a su mujer delante de sus hijos en Vallecas. Ella ha muerto días después en el hospital, donde estaba en estado grave. El lunes, una mujer y su hija fueron asesinadas por su pareja en Carabanchel. En este caso ella había pedido ayuda. La Policía le dio riesgo alto en el sistema Viogén y un juez, meses después, absolvió a este individuo en un juicio. Él aplaudiría ante ese juez que le daba la libertad para vivir en el mismo edificio que ella, con las llaves de la casa de ella, sin ya medidas de protección. La libertad para asesinarla.

Y aquí vamos por varios puntos.

  1. Basta ya de dar alas a las mentiras. Cuando dicen que las mujeres que hablan y denuncian llevan a estos tipos a la cárcel solo con su testimonio, es falso. Ahí está Carlos Navarro, el Yoyas, con una condena y nadie lo detiene. Ahí estaba esta mujer habiendo denunciado y a él absuelto. El Estado es mucho más garantista siempre con el acusado aunque a veces eso haga que ellas queden desamparadas. Y aquí el ejemplo: él estaba libre y ella ahora muerta por él. No imagino la que le caería a esa mujer ese día cuando el juez dijo que la pruebas no eran concluyentes y que la presunción de inocencia y el in dubio pro reo le respaldaba a él. Porque todo su círculo y su entorno lo que interpretó de ahí es que ella no había dicho la verdad. Que exageraba. Lo que él le diría con ese papel en la mano mirando a ella a los ojos. Cómo la vería su familia. Y qué pensaría esa noche ella al irse a dormir, angustiada, y muy sola.
  2. Basta de fallos en la Justicia y en todo el sistema. Porque siempre hay un pero, siempre hay un algo. No puede crearse un sistema donde ellas piden ayuda, la Policía valora, la valoración del riesgo policial sea alta y luego no se tenga en cuenta ni para hacer valoraciones forenses profundas a ella y a él y se juzgue solo un hecho aislado en lugar de toda la historia de violencia y las circunstancia de esa mujer. Que esto no es un robo ni un accidente de tráfico. Y todo porque esa valoración solo ayuda si hay condena pero si no, están vendidas. Porque lo único que vale son las pruebas que salen de la investigación y la valoración policial del riesgo es previa. Aparte el equipo forense no puede hacer pruebas sin autorización del juez.
  3. Basta de valorar solo la violencia física al grado de tener que llegar destrozada para que te crean. Como ella no ratificó, dijo que no recuerda mucho de aquel día, la Policía como testigo tampoco aportó gran cosa y tenían en cuenta la versión de él, el juez miró el informe forense: "contractura cervical y hematomas en brazo derecho". No tuvo en cuenta que el no recordar puede ser derivado de la violencia, del trauma o de presiones. Y entonces dice el juez, sin mirar más: "esto no permite concluir con certeza que derivase de una agresión del acusado". Claro, porque nos pegamos nosotras mismas, falta que nos digan. Y así, salvo que llegues rota o con un parte de lesiones tremendo, te despachan pronto.
  4. Basta de no comprenderlas. Porque con esa valoración alta de Policía, cómo que un juez no se cuestiona... ¿Por qué esta mujer no ratifica? ¿Qué le frena? ¿Ser inmigrante no la está dejando en una situación de desamparo? ¿Dirá que no se acuerda por miedo? ¿Será porque no quiere revivir el trauma? ¿Será que la distorsión cognitiva o la dependencia la tienen atada? Investigando un poco se sabe que familiares le dijeron que no denunciara, y que ella tenía miedo porque temía que se llevara a su hija a Perú. Otra madre poniendo su cuerpo delante por sus hijos hasta que él ha matado a la pequeña. Y aquí sorprende, y mucho, el papel del fiscal.
  5. Basta de comunicados buenistas por el 25N y el 8M cuando el sistema NO las escucha. Decid la verdad. Que sí, que muchas veces el sistema funciona pero lo que exige es tan alto para ellas que deja ya demasiados fallos y desprotección y la violencia psicológica sin efecto. Aquí ella acaba de pedir la separación. Cuántas se separan para ver si así pueden evitar el proceso penal. Y luego el sistema no les responde, no entienden la violencia vicaria, tratan sus casos como hechos aislados, miran sin comprender, cargados de prejuicios que llevan a esos casos de la vida a la muerte. No es normal que las mujeres digan "si lo llego a saber no denuncio", o "en el juzgado X no sale ni una orden de alejamiento" o "con esta jueza no conseguirás nada". Porque eso es a diario.
  6. Basta de no asumir errores. Hemos tenido día sí y día no comunicado de asociaciones juristas ante la amnistía diciendo que España se rompía. ¿Y qué pasó el día de este crimen machista? Revisé parte de esas asociaciones. Revisé las cuentas de juezas o abogados que saltaron a la primera cuando la norma de impedir que los maltratadores vieran a sus hijos o cuando la ley del sí es sí. Pero el lunes... silencio. Nadie dando la cara. ¿Alguien va a explicarnos si esa Justicia que ha fallado va a seguir en activo, absolviendo a más maltratadores y rebajando el riesgo? Porque sí, las pruebas condicionan todo. Pero una buena justicia las encuentra, las explica y las demuestra. Porque hay que investigar más y más.
  7. Y, tras esto, es demoledora la hipocresía de estos días tras el 25N. Dos asesinadas (dos mujeres y una niña) en dos días y las tendencias en redes sociales eran Leticia Sabater, Pablo Motos y Cristinini. Luego, tenemos que escuchar que si la nueva ministra de Igualdad dijo que iba a centrarse en los derechos de las mujeres es un error o que no damos voz a todas. Esas mismas cuentas el lunes ni mencionaron a la asesinada. Consejos doy que para mí no tengo, como diría el refrán.

Y por último. Basta de decir "es que los medios hacen que estas mujeres no confíen". No. La culpa no es nuestra por contarlo, la culpa es vuestra por no impedirlo. Trabajen para ello.

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