El príncipe Carlos de Inglaterra no visitará Israel durante los actos que el año que viene conmemorarán el 60 aniversario del establecimiento del estado judío.

Recientemente, la presidenta de la Kneset, Dalia Itzik, viajó a Londres y aprovechó una entrevista con Carlos para cursarle la invitación.

El príncipe de Gales aceptó "entusiasmado" -según los israelíes- y el embajador de Israel en Londres, Zvi Heifetz,  se puso en contacto inmediatamente con sus asesores para fijar una fecha.

Pero he aquí que el periódico judío de Londres Jewish Chronicle ha informado hoy que ha tenido acceso a un correo electrónico que se cruzaron dos asesores de Carlos en el que se recomienda que el príncipe no viaje a Israel.

"Aceptar la invitación haría difícil evitar las muchas maneras con las que Israel querría que el príncipe puliera su imagen internacional", decía un asesor de Carlos.

Los consejeros de Carlos han recomendado al príncipe que evite esa visita y en Israel los medios de comunicación han tildado a la realeza británica de "hipócrita".

El Reino Unido gobernó Palestina hasta el establecimiento de Israel pero los líderes británicos han tenido mucho cuidado en mantener las distancias con el estado judío debido al conflicto con los palestinos.

La oficina de Carlos ha querido zanjar la cuestión pasando la pelota al parlamento de Londres, diciendo que los viajes reales se hacen en coordinación con el parlamento.

Sin embargo, no cabe duda de que Israel tratará por todos los medios de que Carlos cambie de opinión y viaje a ese país el año que viene para "pulir su imagen internacional".

Eugenio García Gascón / Jerusalén