A mi bola

Con todo lo bueno, Mourinho elogió lo peor

En un Bernabéu abarrotado pese a la novedad horaria, el Madrid le hizo un siete a Osasuna y logró su décima victoria consecutiva. Ronaldo, que ofreció a la grada su Bota del Oro, firmó su cuarto hat-trick en lo que va de temporada. Di María dio otras tres asistencias de gol y ya acumula diez. La lesión del argentino hizo posible que Higuaín y Benzema jugaran más minutos que nunca juntos y mientras el Pipa marcó un gran gol, el francés hizo dos. Xabi Alonso volvió a estar imperial. Casillas encajó un gol de pillería y apenas tuvo que estirarse pese al madrugón. Y hasta debutó Sahin... Todo fue una fiesta en el Bernabéu hasta que Mourinho compareció en rueda de prensa.

"Quiero agradecer a los pocos que estaban detrás de la portería (en clara referencia a los Ultras Sur) porque, si no fuera por ellos, yo pensaba que el campo estaba vacío", dijo el portugués para sorpresa de los presentes, pues nadie le había preguntado al respecto. Quiero entender que más que un elogio a los ultras lo que Mou-rinho pretendió fue reprochar la, según él, actitud contemplativa del resto del Bernabéu, aunque el luso ya debería saber que el Bernabéu es como es.
Antes de hacer guiños "a los que estaban detrás de la portería", a Mourinho le habría bastado con recordar lo que pasó la semana pasada, cuando los

Ultras Sur viajaron a San Sebastián con el único ánimo de provocar. Animar, animaron poco y ni siquiera llevaban distintivos que les identificaran como hinchas del Madrid. Pero, eso sí, antes de entrar en Anoeta destrozaron una cafetería y protagonizaron un incidente
con un herido de arma blanca.

Con todo lo bueno que hubo ayer en el Bernabeú, Mou elogió lo peor. Mejor los auténticos madridistas, menos animosos, pero gente de bien.

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