Tierra de nadie

No molesten a Rajoy que se lo está pensando

Se ha criticado mucho a Rajoy por irse de puente antes de elegir a su nuevo Gobierno, pese a ser una evidencia palmaria que en todos los trabajos se fuma, que Zamora no se ganó en un hora y que no por mucho designar se legisla más temprano. Pedro Sánchez, que es el envés de esa hoja, anunció el sábado tras renunciar al escaño que este mismo lunes ya estaría al volante de su coche de gira por España, como si para arrancar al PSOE de las garras del sultanato y reconquistarlo no hubiera que tener en cuenta los puentes y los atascos de la Operación Retorno. No hay que tener prisa para inaugurar un panteón aunque te aseguren que está para entrar a vivir.

Lo de hacer un gobierno no es tarea sencilla y Rajoy, al parecer, piensa mejor en Pontevedra, especialmente en las fiestas de guardar y sus vísperas correspondientes. En su primer discurso de investidura, el de 2011, el presidente anunció solemnemente que pensaba suprimir los puentes, aunque también dijo que bajaría los impuestos y no vamos por eso a ponernos tiquismiquis. Desde entonces, y para dar ejemplo a sus conciudadanos, no perdona ni uno. En el agosto se fue a su tierra a pensar en las condiciones de Ciudadanos para su investidura y le fue de miedo, así que es lógico que en el de los difuntos, una vez jurado el cargo, regrese para decidir a qué ministros da matarile y quiénes les sustituyen. ¿Que habrá tenido tiempo en nueve meses para hacer la lista? Pues a lo mejor, pero tener la agenda libre tanto tiempo aplatana mucho. Cada día tiene su afán.

Hay que ponerse en la piel de este hombre para saber lo complicado que es tomar una decisión. En principio, parecería fácil prescindir del estólido de Fernández Díaz, que tiene Interior como un solar y un día de éstos hace un ‘business’ con la gestora socialista y montan a pachas una promotora de adosados. Pero a ver a quién eliges luego para que te condecore a las vírgenes y haga comisario a Inda -que es el que sigue a Marhuenda en el escalafón-, por no hablar de Marcelo, el ángel custodio del figura, que le dejas sin el empleo de aparcacoches e igual te lleva a magistratura por despido improcedente.

Es verdad que de las medallas podría hacerse cargo Fátima Báñez, que está a partir un piñón con la Virgen del Rocío y es una mujer muy querida entre los trabajadores por haber puesto cara a la reforma laboral, la devaluación de los salarios, la precariedad de los contratos y el hachazo a las pensiones, tareas que aún le dejaban tiempo para jugar al Bubble Shooter y estallar bolas de colores. Con dos huelgas generales a sus espaldas, ¿quién mejor que ella para ignorar la que tiene pensada Pablo Iglesias cuando su "músculo militante" haya hecho unas pesas? ¿Dejo a Fátima o le doy boleto? Joder, qué estrés.

Lo de Margallo, en cambio, es casi seguro. Se merece la extremaunción por vanidoso, por llevar medio año postulándose como el ser providencial que habría sacado a España del bloqueo si le hubieran dejado y porque le cae mal a Montoro y a Sáenz de Santamaría, que le tienen aborrecido. Ahora bien, ¿qué pasaría si para distraer al personal de los recortes que se avecinan fuera necesario invadir Gibraltar? ¿A quién iba a recurrir Rajoy? ¿A Moragas, para que los llanitos se rieran de su mochila?

Cada nombre es un dilema shakesperiano para Rajoy. Puede jugar a ser el rey Lear y repartir el reino entre Cospedal, la vicepresidenta y Guindos, que primero dijo que quería dejarlo y luego se arrepintió porque la gente, o sea, no entiende las bromas. O dar entrada a los jóvenes cachorros, que para ministro vale cualquiera y te bajan la edad media una barbaridad. ¿Ha de mantener a los recién llegados y darles más minutos como haría Zidane con la cantera o tendría que devolverles al corral por mansos? ¿Deberían los nuevos ser más políticos que técnicos? ¿Ha de promocionar a dialogantes para darle carrete a Rivera y le llamen Adolfo? ¿Debería quedar claro quién es su delfín aun sabiendo que odia a los cetáceos? Y por simple curiosidad intelectual, ¿qué cartera podría tener Rafa Hernando sin que existiera el peligro de que provocara la tercera guerra mundial?

A Rajoy se le pide que haga pleno al quince y que a Montoro le ponga un dos en la quiniela. Que haga guiños al PSOE, como si no tuviera bastante con el tic de su ojo. Y que recoloque a los cesantes, porque ya no hacen puertas giratorias como las de antes y alguno puede pillarse el pie. Son tantas las ecuaciones que ha de despejar este matemático que la pizarra de Pontevedra se le queda pequeña. Injustamente se le mete prisa en vez de dejarle pensar. Una cosa es que España deba ponerse en marcha cuanto antes y otra que salgamos a todo trapo sin colocar el asiento del conductor y los retrovisores. Tenemos un presidente que es la prudencia con barba y nos quejamos. Luego pasa lo que pasa.

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