Fuego amigo

Nuevas generaciones de huevos

Hay especies animales que buscan asegurar la transmisión de sus genes con un derroche seminal. Algunas especies marinas tiñen las aguas del mar de tal cantidad de sustancia fertilizante que no hay hembra que pueda escapar a semejante inundación. En los buenos tiempos en que la Iglesia no estaba perseguida y era la persecutora, las fábricas de curas estaban a rebosar, y se llamaban seminarios, no por las poluciones nocturnas del semen de tanto soltero reprimido, sino por lo que significaban de almacén de semilla religiosa que habría de fructificar en el futuro.

Los del Opus Dei, al igual que algunas especies marinas, como determinadas tortugas que ponen cientos de huevos al año para multiplicar sus posibilidades de éxito, esparcen frenéticamente sus genes para contribuir a la expansión de la santidad de la que tan necesitados estamos. O tienes familia numerosa, o Dios te mira raro. Así que, a poner huevos.

El seminario del Partido Popular se llama Nuevas Generaciones. Según la primera acepción del DRAE, generación es la "acción y efecto de engendrar (procrear)". La labor encomendada a Nuevas Generaciones es la de perpetuar su especie, para que, una vez adultos, lleguen a convertirse en hermosos niños de Lacoste rosa y bufanda veraniega.

Como en el caso de las tortugas, los del PP ponen semejante cantidad de huevos para compensar así las bajas provocadas por los futuros depredadores políticos, como Zapatero y sus hordas socialistas. Da gusto verles jugar ya de cachorros, entrenándose con sus juegos infantiles, como hacen las demás especies animales. En Valladolid, por ejemplo, se entretienen dándole "collejas a Zapatero" para asegurarse que alguno de ellos llegue, ya de adulto, a profesor insufrible en Georgetown, la cumbre de su especie.

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